Para el Año Nuevo Lunar 2024, Dr. Martens ha diseñado una colección de edición limitada que conmemora el audaz espíritu del dragón, la única criatura mística del horóscopo chino.
Dos siluetas clásicas de Dr. Martens reinterpretadas para el Año del Dragón. Inspirándose en la tradición del Año Nuevo Lunar y la legendaria valentía del dragón, han modificado la bota 1460 y el mocasín Adrian para crear 2 estilos especiales.
Ambas están fabricadas en piel negra Smooth y llevan incorporadas el diseño de un dragón. Los acabados en el distintivo amarillo de la marca ahora se sustituyen por el “rojo de la suerte” característico de esta festividad. Además, a la 1460 se le añade una placa dorada grabada en la puntera y charms en los cordones.
La colección de Dr. Martens: Año del Dragón ya está disponible online y en tiendas seleccionadas.
DR. MARTENS
Las primeras botas Dr. Martens salieron de la cadena de producción el 1 de abril de 1960. Con sus inconfundibles rasgos (pespunte amarillo, suela con ranuras y tira en forma de bucle en el talón), eran unas botas para trabajadores que al principio usaban carteros y policías; cómodas, resistentes y ligeras en comparación con sus rivales de la época. A lo largo de la historia de Dr. Martens, la marca fue adoptada y subvertida por distintos individuos, músicos, culturas juveniles y tribus urbanas. Gente que destaca entre la multitud, y que en su viaje hacia la expresión personal siempre ha estado acompañada por un par de DM.
Su sencilla silueta permite que la gente las personalice a su gusto; y a un nivel funcional, la resistencia y comodidad por las que son famosas las convierten en el zapato ideal para el mundo de los conciertos y la moda urbana. Desde un punto de vista emocional son un símbolo de actitud y empoderamiento.
La fábrica de Northamptonshire donde todo empezó sigue existiendo, en el pueblo de Wollaston. Aquí se crea una gama específica de productos “Made In England”, obra de un pequeño equipo de personas que sigue un proceso tradicional de fabricación, proceso que no ha cambiado desde que fabricamos nuestro primer par de zapatos, hace seis décadas.