El director creativo de Tod’s, Walter Chiapponi, reimagina los iconos de la belleza italiana, transformándolos en piezas modernas y versátiles para el uso diario, caracterizadas por un sentido de la calidad refinado y único. Como el famoso DiBag de piel natural, que ha sido deconstruido y transformado en un bolso multifuncional elaborado con suaves y sensuales pieles.
El botín W.G. con cordones y suela de goma, se ha actualizado esta temporada de invierno, revelando nuevas proporciones y elementos de ante en tonos cálidos y naturales, para un estilo de inspiración masculina que presenta suelas altas y voluminosas que recuerdan a las botas de combate y a los deportes de invierno.
Las piezas más icónicas de la ropa deportiva tradicional, la gabardina y la cazadora bomber, cambian de volumen y muestran sorprendentes combinaciones de materiales, como el nobuk acolchado, la piel acolchada y el jersey de efecto borreguito con detalles de tejido de goma que evoca el icónico Gommino.
Masculinidad y feminidad convergen en un armario unisex
Masculinidad y feminidad convergen en un armario unisex pero sólo conceptualmente, atento a las líneas del cuerpo y al diálogo entre géneros.
Las prendas de punto son las protagonistas: voluminosas y pesadas a la vista, pero suaves y sensuales al tacto, combinan tejido y cuero para lograr un efecto claramente bohemio.
La pureza de las líneas uniformes y el lujo de la sastrería italiana se unen en un espíritu streetwear contemporáneo, en el que las faldas se convierten en bermudas y los pantalones adquieren una actitud juvenil.
El rigor y la elegancia urbana de las chaquetas y los abrigos masculinos adquieren el estilo y la libertad del campo y se trasladan a capas y chaquetas acolchadas.
Los bolsos T Timeless tienen estructuras precisas y geométricas y, sin embargo, se transforman y cambian de forma al manipularlos. La confección en crochet y el intercambio de punto y cuero aportan una visión moderna de la artesanía tradicional.
Ya sea en azul y negro o en caramelo y chocolate, son los uniformes de la modernidad, símbolos de un estilo de vida italiano en el que la herencia cultural coexiste con el placer del descubrimiento y la sorpresa de la innovación.
Esta celebración de la belleza italiana se refleja en las obras del artista digital Andrea Maria Colombo, que actúan como telón de fondo de la muestra.