El 14 de septiembre de 2022, el presidente de la CE, von der Leyen, anunció iniciativas destinadas a abordar la dramática crisis energética a la que se enfrenta Europa. En un comunicado conjunto, explicábamos ayer que los interlocutores sociales de la industria textil europea acogen con satisfacción algunas propuestas, como la desvinculación del precio del gas TTF del mercado de la electricidad y la enmienda propuesta al marco de ayudas estatales. Sin embargo, estas mismas organizaciones europeas del sector textil y de la confección consideran que la propuesta de la Comisión no es lo suficientemente ambiciosa y se hará a costa de perder la capacidad industrial y los puestos de trabajo europeos.
Euratex: «la crisis energética pone en peligro todo lo que nuestras empresas han invertido y avanzado para una transición verde y digital. Nos arriesgamos a perder un futuro sostenible y competitivo».
Ya hoy, varias empresas textiles han decidido detener o reubicar su producción fuera de la UE, y lo más probable es que nunca vuelvan, alerta Euratex. Esto va en contra de la ambición de la UE de construir una industria textil resistente, reducir nuestra dependencia externa y ofrecer empleos de calidad.
Dirk Vantyghem, Director General de EURATEX, comentó: «Nuestras empresas se están preparando para una transición verde y digital, que requiere esfuerzos e inversiones significativos. La actual crisis energética pone en peligro todo ese proceso. Nos arriesgamos a perder una oportunidad única de mover nuestro sector hacia un futuro sostenible y competitivo».
IndustriAll Europe: «Los trabajadores de toda Europa se enfrentan a una emergencia social, industrial y climática»
Luc Triangle, Secretario General de IndustriAll Europe comentó: «Los trabajadores de toda Europa se enfrentan a una emergencia social, industrial y climática: una tormenta perfecta que amenaza hoy nuestro tejido industrial. La escala y la urgencia de la crisis actual no parecen haber sido comprendida todavía por los líderes de la Comisión Europea. No podemos esperar más a una respuesta industrial europea unificada. Debemos apoyar a nuestras industrias y trabajadores de la industria textil europea para capear esta tormenta, mantener la brújula en una transición justa, verde y digital y evitar daños económicos a largo plazo debido a la pérdida de capacidad industrial».
Los interlocutores sociales exigen medidas que permitan a las empresas salvaguardar su competitividad global y sus empleos europeos, evitando la competencia entre los Estados miembros: se requiere un enfoque único a nivel de la UE.
