Heliogábalo, emperador denostado y vilipendiado por los historiadores, es conocido como la primera persona trans de la historia tras expresar su deseo de cambiar quirúrgicamente de sexo y vestir con atuendos femeninos. Sube al poder gracias a la influencia de su abuela, de origen sirio, Julia Mesa, identificándose a sí mismo con el Dios Sol Invictus (Helios) y el dios Sirio Gabal, como la fusión del rey/dios solar Heliogábalo. Un reinado corto, de apenas 4 años en los que, por primera vez en la historia, dos mujeres ascendieron al poder en el senado de Roma, llegando a crear un senado exclusivo de mujeres.
Los escándalos sexuales y delirios de poder son lo más destacado de su gobierno, rodeándosede prostitutas como corte y ejerciendo él mismo esta profesión, casándose con vestales o con hombres, realizando fiestas donde los invitados, tras embriagarse, fallecían literalmente ahogados por una incesante lluvia de pétalos de rosa. Un emperador irreverente, que rompe con los esquemas del género, con la sexualidad establecida, con los sistemas de poder, que otorga a la mujer el poder político destinado exclusivamente a los hombres, entregado a su propio deseo y erigiéndose como dios absoluto.
La feminidad, el deseo y el poder como elementos centrales en torno a los que giran todas las prendas, una historia sobre el poder femenino independientemente de su edad, raza, origen, identidad de género, orientación del deseo o talla.
Piezas geométricas que generan volúmenes y drapeados según su estructura de construcción, de corte clásico/vanguardista y con referencias a las películas Medea de Pasolini o Roma y Satiricón de Felini.
Vestidos de noche junto a piezas de día como sudaderas, camisas o chaquetas, todas unidas bajo la influencia del dios solar Helios, que reflejan su luz con matices y destellos, con su color o con bordados y aplicaciones.
Colores luminosos que van del blanco al amarillo, pasando por el azul celestial y el dorado, verdes empolvados y rosas matizados frente a sus versiones más intensas. Lisos, texturas textiles, materiales de innovación como el láser se fusionan con las técnicas más tradicionales de bordado como el punto smock, realizadas a mano por artesanas de la empresa zaragozana Belán.
Materiales clásicos frente a otros más contemporáneos e innovadores, voile de algodón, organdís, satenes, mikados, muselinas de seda y creps frente a tejidos de metal, acabados brillantes y de lúrex en jaquard o en punto, pasando por lentejuelas metálicas o traslúcidas y otras que crean bordados militares de camuflaje. Predominan los tejidos que reflejan con su brillo la luz, con lúrex, con ligamentos satinados, tejidos de flecos que aportan brillo y movimiento como si de rayos se tratara, incluso tejidos que modifican su color tras su exposición continuada a la luz solar, o que permiten que esta los traspase en efectos traslúcidos sobre los poliuretanos, los organdís, las muselinas y los tules.
Una vez más Maison Mesa ha colaborado directamente con el coreógrafo y director artístico Dani Pannullo y su compañía de danza para dirigir la puesta en escena, fusionando de nuevo danza y moda con diversas disciplinas artísticas y artesanas, como es el caso del videoarte realizado ex profeso por el artista E-dito, colaborando con la joyera Lisi Fracchia con la que han diseñado conjuntamente todas las piezas de la colección, del mismo modo que con Anabella Boffa y sus bolsos de piel, Casteller y sus tradicionales alpargatas o con una escenografía realizada por Cement Design en colaboración con Modifase y la Escuela de Arquitectura de Málaga.