«Lo que me gusta mucho es su ligereza para tratarse de un reloj de buceo siendo a la vez un reloj muy elegante. Puedo llevarlo tanto en mi casa con un jersey como con un neopreno», dice. «Como es tan sencillo y elegante, puedo usarlo en todo momento: en el mar, en bicicleta, en una sesión de fotos o simplemente en mi día día».
El hecho de estar equipado con el movimiento con alarma Memovox le aporta un encanto adicional y único a este modelo particular de Polaris Mariner y añade: «La alarma es perfecta, sobre todo comparada con una alarma digital, ya que es mucho más suave y silenciosa y si lo llevas puesto puedes sentir una vibración muy suave en la muñeca que me gusta mucho».
Benedict también valora el reto que los diseñadores de Jaeger-LeCoultre han conseguido superar combinando elegancia, funcionalidad y buen rendimiento en este reloj: «Es ligero y muy duradero, también me gusta que se pueda ver el mecanismo en el fondo de caja a través del cristal, cosa bastante rara en un reloj de buceo. Sale el friki que hay en mí porque me encanta que se vean los mecanismos», comenta. «Funciona hasta una profundidad de 300 metros, que está muy por encima de la mayoría de las inmersiones recreativas y comerciales. Debe de haber costado mucho esfuerzo lograr que algo resista a tanta presión y tanta profundidad manteniendo el fondo de caja transparente. Es una obra de ingeniería impresionante a la vez que conserva su elegancia, tratándose de un reloj de buceo».
El reloj Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox es ideal para todas las ocasiones en cualquier momento del año. «A diferencia de muchos relojes de buceo, no se aprecia como excesivo en la muñeca si lo llevas de manera informal, ni tampoco al utilizarlo para su propósito, es decir, bucear», comenta Benedict. «Es un objeto hermoso con un estilo clásico verdaderamente atemporal».
Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox
Las sólidas funciones y la estética emblemática del nuevo reloj Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox rinden homenaje a los primeros relojes de buceo de Jaeger-LeCoultre. Se han mejorado las funcionalidades para cumplir con las especificaciones de buceo de la normativa ISO 6425 y la hermeticidad hasta 300 metros (30 bar), al mismo tiempo que los anillos concéntricos de la esfera gradiente azul crean una estética deportiva y contemporánea única. El movimiento automático, Calibre 956, es un descendiente directo de los primeros calibres relojeros con alarma automática de Jaeger-LeCoultre. Gracias al nuevo timbre periférico diseñado para dar cabida a un fondo de cristal de zafiro transparente, el reloj Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox conserva el característico sonido de «campana escolar» que tan gran encanto confiere a sus relojes con alarma.
Jaeger-LeCoultre: EL HOGAR DE LA ALTA RELOJERÍA DESDE 1833
Nuestra casa, ubicada en un enclave tranquilo y sosegado del Valle de Joux, ofrece una sensación única de formar parte del lugar. Es aquí donde, inspirada por las sobrecogedoras vistas de la cordillera del Jura y guiada por una luz interior inextinguible, la Grande Maison alimenta su alma. En la Manufactura, donde todos los oficios se reúnen bajo un mismo techo, relojeros, ingenieros, diseñadores y artesanos trabajan juntos para producir creaciones de Alta Relojería. Impulsados por una energía arrolladora y un espíritu creativo común que promueve cada día el compromiso de cada uno de los miembros de nuestra familia, cultivamos nuestra creatividad técnica y nuestra sobria sofisticación. Este mismo espíritu ha hecho posible la creación de más de 1200 calibres desde 1833 y ha convertido a Jaeger-LeCoultre en el relojero de los relojeros.