Ahora, el Covid-19 deja un reguero de datos negativos en el sector, con fuertes descensos en términos de actividad, empleo, exportaciones y ventas minoristas en los primeros meses de 2020. No obstante, ante la volatilidad de todos los indicadores económicos, con caídas del PIB históricas en el ámbito nacional e internacional, resulta particularmente complicado anticipar cómo se podrá ver afectado en lo sucesivo el peso que tiene la moda en el conjunto de la economía española.
El Informe Económico de la Moda en España, impulsado por Modaes.es con la colaboración del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) y de Accenture, publica este año su novena edición, la séptima en la que se calcula la aportación del negocio de la moda al PIB español. El documento, que cada año recoge los principales datos económicos en torno al sector, utiliza una completa fórmula econométrica para calcular este valor añadido bruto generado por el conjunto de las actividades de la cadena de valor de la moda en España, desde el diseño y la industria hasta la distribución. La edición de 2020 del informe refleja la evolución negativa de algunos indicadores, como el número de trabajadores del sector textil, la industria de la confección y el sector del cuero y el calzado. Otros, como el número de empresas industriales o las exportaciones, mantuvieron en 2019 una evolución positiva.
En cualquier caso, el estudio vuelve a poner en evidencia que la moda es fundamental en la economía española, con una aportación al PIB por encima del 2,6% del sector primario, y sólo algo por debajo al 3,6% de la banca y los seguros o del 5,8% de la construcción. Además, la moda mantiene una alta importancia en términos de generación de empleo, con una contribución en 2018 del 4,0% en el mercado laboral español y, sobre todo, en términos de exportaciones, ámbito en el que llega al 8,9% del total (dos décimas más que en el año anterior).
Desde el punto de vista sectorial, la aportación de la moda en el conjunto del valor añadido bruto del país cambia su tendencia en función de si se habla de industria o de distribución. En este sentido, el peso de la industria de la moda en el conjunto de la industria manufacturera del país cayó de nuevo en 2019, pasando del 4,8% en el año anterior al 4,2%. En cambio, en la distribución el peso del sector de la moda pasó del 12,4% al 13% del valor añadido bruto del sector mayorista y minorista.
Por otro lado, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia y Andalucía se mantienen como las cuatro comunidades autónomas que más aportan a la industria de la moda en términos de empleo, número de empresas y facturación agregada de las mismas. En quinto lugar, la Comunidad de Madrid supera a Castilla-La Mancha, que ocupaba este puesto en la anterior edición del informe. En términos de ventas de moda, lideran el ránking de comunidades Madrid, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco.
Evolución de la moda en 2020
Respecto a la evolución de la moda en los primeros meses de 2020, prácticamente todos los indicadores marcan una tendencia negativa. Por ejemplo, el número medio de afiliados a la Seguridad Social en las empresas de la industria textil, la confección y el sector del cuero y el calzado ha caído un 6,6% interanual en septiembre, según los últimos datos disponibles.
En términos de actividad, casi todas las magnitudes referidas a la industria son negativas desde marzo. En el textil, el Índice de Producción Industrial (IPI) en julio registró la primera subida del año, con un alza interanual del 1,4%, tras un ciclo de descensos que llegó a máximos superiores al 50%. En la confección, el IPI ha llegado a caer cerca del 80% y no ha dejado de ir a la baja en los últimos meses con datos disponibles, con caídas del 29,6% en junio y del 23,9% en julio. Los resultados son similares en la industria del cuero y el calzado.
Incluso las exportaciones, una de las principales vías de escape del sector español de la moda durante la anterior crisis económica, han ofrecido una larga lista de datos negativos en los últimos meses, con caídas a doble dígito motivadas por la contracción de la demanda internacional y el freno al comercio global.
El dato más preocupante es, sin embargo, el de la evolución de las ventas del comercio de moda. De enero a agosto, la facturación del comercio textil, de complementos y piel ha caído un 41,1% en relación el mismo periodo del año anterior, a pesar de que el Índice de Comercio al por Menor (ICM) general ha moderado con fuerza sus caída en los últimos meses.
Pilar Riaño, directora de Modaes.es, señala que “el coronavirus supondrá un antes y un después en la humanidad y, por supuesto, también en la industria de la moda”. “Ante este nivel de incertidumbre, los datos son uno de los pocos elementos que pueden ayudar a las empresas a la hora de enfrentarse a las difíciles decisiones que tienen por delante”, agrega.
Por su parte, Alberto Molina, managing director y responsable del área de retail de Accenture en España, Portugal e Israel opina que, “en tiempos extraordinarios, lo más sensato es introducir en el análisis nuevas señales de demanda y, siempre que sea posible, combinarlas con datos internos sobre tendencias de ventas y gastos”. “No obstante -agrega-, incluso una crisis global sin precedentes puede dejar margen para el crecimiento; las marcas que descubran nuevas ideas y desarrollen planes de futuro más inteligentes tendrán una situación óptima”.
Por su parte, Marta Castells, directora de Cityc, recuerda que, durante el estado de alarma, “la industria textil española ha demostrado en un tiempo récord su implicación con el sistema sanitario español en su lucha contra la pandemia”. La crisis, a su juicio, también demuestra que “es el momento de recuperar actividades que se desplazaron a otros países; es el momento de intentar que los consumidores se muevan en una escala de valores más allá del precio; y es el momento de la sostenibilidad, no sólo ambiental sino también social”.
Metodología
El informe tiene en cuenta una concepción amplia del sector de la moda, abarcando desde el textil de cabecera y el diseño hasta la comercialización a través de todos los canales de distribución de productos de confección, calzado, complementos, joyería, perfumería y, en general, todos los productos de uso personal que incorporan una marca de moda. Los cálculos toman como punto de partida los datos obtenidos de una amplia pluralidad de fuentes estadísticas, principalmente del Instituto Nacional de Estadística, el Eurostat, el Icex, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la Seguridad Social, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo o el Ministerio de Economía y Competitividad, entre otros.
Como en sus anteriores ediciones, el Informe Económico de la Moda en España realiza una amplia radiografía del sector apoyándose en los datos estadísticos de relevancia disponibles sobre la industria textil, la confección y el cuero y el calzado, desde el empleo hasta la producción o el número de empresas, la evolución de los precios de los productos de moda, las ventas de los canales tradicionales de distribución o del ecommerce. El anuario también analiza la marcha de la industria de la moda en las principales comunidades autónomas del país para este sector (Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Andalucía y Comunidad de Madrid) en términos de empleo, cifra de negocio industrial y empresas.
Cityc
El Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) es un organismo sin ánimo de lucro creado en 1993 por el Consejo Intertextil Español (CIE) y que cuenta con el apoyo de las principales asociaciones textiles. El Cityc (www.cityc.com) tiene como objetivo proporcionar a los principales grupos de interés del sector textil-confección los elementos informativos necesarios para su desarrollo. La entidad ofrece servicios generales e informes, estudios y datos personalizados bajo demanda.