El conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana, Rafa Climent, ha destacado que la mejor manera de llegar a la gobernanza global y a los grandes objetivos de desarrollo sostenible es a través de lo local».
Climent ha participado en la jornada ‘Una nueva economía en l’Horta Sud’, organizada en el marco del programa ‘Será Horta Sud 2030’, donde ha resaltado la relocalización de la industria, la transición energética local o el comercio de proximidad como ejes fundamentales para la sostenibilidad.
«Apostar por una industria propia, local, de valor añadido y con un alto nivel tecnológico»
El conseller ha explicado la importancia de «apostar por una industria propia, local, de valor añadido y con un alto nivel tecnológico, y por la relocalización de las industrias valencianas que producen en otros países, para así no depender de productos, sobre todo tecnológicos, fabricados en países lejanos».
Respecto a la transición energética, el conseller ha manifestado que «la ciudadanía tiene que tomar las riendas de esta transición energética y la mejor manera de hacerlo es en una escala ciudadana, local».
En este sentido, ha puesto como ejemplo las comunidades locales de energía para conseguir democratización de los sistemas energéticos y ha recordado que en la Comunidad Valenciana la meta es que para el 2030, todas las poblaciones puedan contar, al menos, con una Comunidad Energética Local. «Con este propósito, hemos aumentado en un 60% el presupuesto dirigido a estas comunidades, con una inversión total de 5 millones para 2022», ha explicado Climent.
«El comercio de proximidad es otro de los ejes para el desarrollo sostenible»
El conseller también ha recordado que el comercio de proximidad es otro de los ejes para el desarrollo sostenible: «los comercios locales dan vida en nuestros barrios y ciudades, y contribuyen a la descarbonización de la economía al evitar largos desplazamientos de personas y mercancías, y facilitar la compra de productos de proximidad y de kilómetro cero. En la práctica esto supone importantes sinergias económicas entre productores, distribuidores y consumidores, y más puestos de trabajo».
Además, también ha reivindicado «el cooperativismo, como un modelo empresarial que tradicionalmente ha funcionado muy bien a nivel local, demostrando una gran capacidad para fijar ocupación de calidad en el territorio».