La línea se resuelve con distintos volúmenes; grandes faldas en desorden entre tules y garzas, líneas de silueta A con talles altos realzando estatura y porte, silueta lápiz para mínimos drapeados y mangas adherentes. Los más geométricos buscan la simplicidad a través de cuellos halter vestidos con cinturones adornados.
La riqueza de los tejidos muy texturados y con mezclas de materiales ricos aportan luz a los perfiles.
Sedas, tules, mikados, gran protagonista el chantilly y las aplicaciones con volumen.
Todo resulta sugerente a través de mezclas atrevidas, dispares y sofisticadas. Toques de Oriente en la riqueza de adornos en los gestos y giros de vestidos que recuerdan un mundo diferente y mágico.
Los acabados redibujan las prendas de forma peculiar; cortes a tijera, remates asimétricos, superposición parcial del tejido enriqueciendo las prendas, micro-brillos.
El carácter de la colección es marcadamente artesanal desde una mirada muy actual.
Con un baño de color luminoso, el blanco camelia claro inunda una visión global de la novia Jesús Peiró para el próximo 2012.