Corrían los años sesenta en Barcelona cuando Andrés Sardà decidió romper con los convencionalismos de aquella época en la que la ropa interior era estéticamente oscura y soñó con aportar su particular visión.
Convencido de que la lencería femenina podía ser moda, estilo y belleza, se puso del lado de las mujeres y dedicó sus esfuerzos a hacerlas sentir mejor llevando sus creaciones y a desterrar de sus cajones aquellas prendas de uso y poco evolucionadas, que los llenaban hasta el momento.
Fue en ese instante donde nace la leyenda de Andrés Sardà que hoy, a título póstumo recibe la medalla de las Bellas Artes, en un homenaje al creador español, pionero en unir ropa interior, imagen y moda, y subirlo a una pasarela.
En la actualidad, el sueño de este diseñador está más vivo que nunca. Andrés Sardà supo también ser maestro y mentor de su hija Núria, quien desde 1998 y fiel al legado de su padre, es ahora la alquimista que funde con imaginación las materias más exquisitas y que mantendrá siempre vivo el espíritu del señor Sardá.
La ceremonia ha contado con la presencia de SSMM Los Reyes de España y el Ministro de cultura. En declaraciones de Núria Sardà “Estamos muy agradecidos por este reconocimiento a la labor de nuestro padre. El dedicó su vida a la mujer, a hacerla sentir mejor, y este premio, estamos seguros, le hubiese hecho muy feliz”.