Su colección toma inspiración de la brisa del mar, hasta las románicas calles del barrio gótico, pasando por sus edificios modernistas tan característicos de la ciudad condal.
El romanticismo se ve reflejado a través de puntillas, tul bordado y los delicados tocados realizados con flor de porcelana.
Unas siluetas dirigidas a todo tipo de mujer, con diseños con volumen en mangas trabajadas a partir de frunces y volantes y faldas fluidas que te hacen soñar.
No nos olvidamos de sus espaldas infinitas y vestidos versátiles con chaqueta diseños muy característicos de la firma que hacen de cada vestido una joya única y femenina.
La diseñadora se ha inspirado en su querida ciudad natal, Barcelona, la ciudad que la ha visto crecer y consagrarse dentro del sector novia, de esta manera Cristina ha rendido homenaje a la ciudad que siempre la ha apoyado.