La compañía española Bcome, una innovadora plataforma digital enfocada a mejorar la sostenibilidad de la industria textil, es uno de los seis finalistas del Green Alley Award 2023. Este galardón, que premia cada año con 25.000 euros el servicio o producto más innovador a escala europea en el ámbito de la economía circular, fue puesto en marcha por el Grupo Landbell, matriz de ERP, en 2014 con el objetivo de reconocer modelos de negocio enfocados al reciclaje y la prevención de residuos.
La plataforma digital diseñada por Bcome tiene como objetivo mejorar la trazabilidad responsable de suministros para empresas de moda, ayudándoles a rastrear todos los pasos de la cadena de valor, desde la extracción de materias primas hasta el punto de venta. Esta solución, que recopila datos en todo el ciclo de vida del producto permite ajustar la toma de decisiones conociendo el verdadero impacto social, ambiental y económico del producto a escala global. La herramienta de Bcome potencia además la conexión de las empresas con los consumidores, incorporando los principales puntos de vista asociados a la sostenibilidad.
Desde Bcome explican que “la sostenibilidad no tiene por qué ser algo complejo. Nosotros la simplificamos y la convertimos en una ventaja competitiva para el negocio. El actual modelo lineal de consumo y eliminación está agotando los recursos a un ritmo alarmante. Esto es particularmente importante en la industria de la moda, donde la producción de textiles y prendas requiere cantidades significativas de agua, energía y otros recursos. Un enfoque circular nos permite reducir los residuos y la necesidad de materias primas, al mismo tiempo que promovemos prácticas más responsables y sostenibles en toda la industria. Esto es esencial si queremos crear un mundo que no solo sea sostenible, sino también equitativo y próspero para todos”.
Es la tercera ocasión en la que una compañía española accede a la final de estos premios. Bcome compite junto a las otras cinco compañías finalistas, procedentes de toda Europa, en la final que se celebra este jueves, 27 de abril, en Berlín.
Cinco finalistas más desde Ucrania, Suecia, Portugal, Estonia y Países Bajos
Desde Ucrania, la compañía S.Lab, participa con su alternativa sostenible para el poliestireno expandido de uso habitual en embalajes. Su producto, 100% biodegradable e impermeable está desarrollado a partir de tallos de cáñamo y micelio de hongos. Circulate es una compañía sueca cuya propuesta finalista es un marketplace, enfocado a pymes, que les facilita la compra de envases sostenibles, permitiendo una comparativa sencilla y transparente entre las diferentes opciones. Por su parte, la compañía portuguesa Simby, que fue el finalista seleccionado en las votaciones del público, presenta su marketplace para la compraventa de equipos eléctricos y electrónicos usados, una solución que evita que se conviertan en residuos, facilitando que estos aparatos puedan tener una segunda vida.
Por su parte, la compañía de Estonia Takatari ha captado la atención del jurado con una propuesta que aúna sostenibilidad medioambiental y social. Esta compañía conecta a los recicladores “informales” con el mercado del plástico reciclado. Finalmente, desde Países Bajos, la startup Veridis ha desarrollado una tecnología de análisis de materiales para compuestos plásticos que permite mejorar notablemente el control de calidad de este material reciclado.
Este año se han presentado al Green Alley Award un total de 226 proyectos procedentes de 25 países europeos. España, con 20 proyectos presentados, se situó en la cuarta posición en el ranking de países con mayor número de proyectos en concurso, únicamente por detrás de Alemania, con 68; Italia, con 33, y Reino Unido con 28. Los flujos de residuos en los que se han focalizado tanto los proyectos españoles como europeos presentados a concurso este año abarcan soluciones para residuos textiles, municipales, de envases y de alimentación.
European Recycling Platform (ERP)
European Recycling Platform se fundó en el año 2002 como respuesta a la introducción de la Directiva sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) de la Unión Europea. Creada por productores para productores, su misión es garantizar una implementación de la Directiva de alta calidad y eficiente, para beneficio de sus empresas adheridas y el medio ambiente. En junio de 2014, ERP pasó a formar parte de Grupo Landbell, proveedor internacional de consultoría y servicios de cumplimiento ambiental y químico, que opera SCRAP en 16 países, en el ámbito de los RAEE, los residuos de pilas y acumuladores (RPA) y los envases. ERP y Grupo Landbell han recogido selectivamente más de 6 millones de toneladas de residuos de envases, más de 4 millones de toneladas de RAEE y más de 90.000 toneladas de residuos de pilas portátiles.
En España, ERP es el único SCRAP (sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor) de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos pilas y acumuladores, con presencia paneuropea que opera en nuestro país. En RAEE, desde 2005, con la transposición al ordenamiento jurídico español de la primera Directiva RAEE y en RPA desde 2008. Los SCRAP son entidades sin ánimo de lucro, constituidas en España por los fabricantes e importadores de aparatos eléctricos y electrónicos y de pilas y baterías, cuyo objetivo es asegurar la correcta gestión de ese tipo de dispositivos cuando se convierten en residuos.