La práctica deportiva femenina en el Reino Unido atraviesa un reto silencioso: cada año, miles de adolescentes abandonan las clases de educación física y la actividad física regular debido a la incomodidad de sus uniformes escolares. Frente a esta realidad, la marca deportiva ASICS, la organización Inclusive Sportswear y la asociación de salud mental Mind han unido esfuerzos para repensar el tradicional uniforme de educación física con un objetivo claro: hacer que las chicas se sientan cómodas, seguras y motivadas para seguir practicando deporte.
Un problema que afecta a la salud física y mental
Diversas investigaciones revelan datos preocupantes: el 64 % de las chicas británicas abandona el deporte antes de cumplir los 16 años, lo que impacta negativamente tanto en su bienestar físico como en su salud mental presente y futura.
El estudio más reciente encargado por ASICS muestra que casi tres de cada cuatro adolescentes (70 %) participarían más en educación física si su uniforme fuese más cómodo, y un 74 % disfrutaría más de la actividad en las mismas condiciones. Sin embargo, solo un 12 % de las estudiantes se declara plenamente satisfecha con el uniforme actual, mientras que un 63 % cree urgente un rediseño que contemple mayor comodidad.
Entre las principales quejas destacan la falta de variedad en las prendas, el uso de tejidos poco agradables, el diseño sin forma, la escasa adaptabilidad a diferentes climas, las preocupaciones relacionadas con el periodo menstrual y la visibilidad del sudor.
El nacimiento del “Undropped Kit”
En respuesta, ASICS e Inclusive Sportswear, con la colaboración de Mind y la participación activa de chicas adolescentes de todo el país, han desarrollado el “Undropped Kit”, un concepto de uniforme que busca eliminar las barreras de incomodidad y fomentar la inclusión.
El nuevo diseño contempla distintos tipos de cuerpo, estilos personales y condiciones climáticas, ofreciendo más libertad de elección y favoreciendo la confianza. El uniforme fue probado en el Burnley High School, una de las zonas señaladas por Sport England como las de menor participación en educación física.
La iniciativa no solo se centra en la indumentaria. También persigue impulsar un cambio cultural en colegios y familias. Para ello, ASICS apoya la plataforma comunitaria de Inclusive Sportswear, que ofrece formación gratuita, guías y recursos elaborados junto a Youth Sport Trust, con el fin de que profesores y padres puedan implementar políticas inclusivas en sus centros educativos.
Voces de apoyo
Figuras públicas como Katie Piper, activista y madre de dos hijas, han mostrado su respaldo: “Sé el impacto que puede tener un uniforme en la decisión de una niña de participar o no en deporte. Yo misma lo viví en el colegio, preocupada más por cómo me veía que por disfrutar de la actividad. Este proyecto es mucho más que ropa: es ayudar a las chicas a sentirse vistas, apoyadas y empoderadas para mantenerse activas”.
En la misma línea, Tess Howard, fundadora de Inclusive Sportswear y jugadora internacional de hockey con el equipo británico, destacó: “Un uniforme escolar puede ser la razón más infravalorada por la que muchas chicas abandonan el deporte, pero es un problema que se puede solucionar rápidamente. Escuchándolas y adaptando las prendas a sus necesidades, podemos eliminar esta barrera”.
Por su parte, Hayley Jarvis, directora de Actividad Física en Mind, recordó la relación directa entre ejercicio y bienestar psicológico: “El abandono masivo del deporte en la adolescencia es alarmante. Aunque las causas son múltiples, ajustes tan simples como cambiar el uniforme pueden animar a muchas chicas a seguir activas y cuidar su salud mental a largo plazo”.
Finalmente, Lucy Greenhalgh, responsable de marketing de ASICS en Reino Unido, subrayó el propósito de la marca: “Desde nuestra fundación creemos en el poder del movimiento no solo para el cuerpo, sino también para la mente. El ‘Undropped Kit’ es un paso hacia la transformación de actitudes y hábitos que mantengan a las chicas dentro del deporte”.
Hacia un cambio necesario
El “Undropped Kit” es, por ahora, un prototipo, pero pretende ser el inicio de una transformación en la educación física escolar. La iniciativa busca romper con la idea de que el uniforme sea un obstáculo, apostando en cambio por la comodidad, la inclusión y el bienestar de las nuevas generaciones.















