Cada año, nueve millones de toneladas de plástico se arrojan al mar, y Ben Lecomte es un testigo destacado de esta invasión. «He observado el impacto del plástico en el medio marino, que afecta desde el organismo más pequeño hasta el más grande. »
En 1998, Ben fue el primer hombre en cruzar el Atlántico a nado sin una tabla, una hazaña emprendida para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer. Veinte años después, en 2018, intentó cruzar el Pacífico. Pero después de haber recorrido más de 1.500 millas náuticas y pasar seis meses en el mar, tuvo que darse por vencido por los desperfectos sufridos por el barco que lo asistía. Aunque la aventura había terminado, se quedó horrorizado. Después de 165 días de momentos inolvidables con ballenas, delfines, albatros, admirado el esplendor de la vida marina, y el poder de los elementos, lo que le sorprendió a Ben fue también la cantidad de plástico que encontraba en el mar todos los días. « Me fascinó este espectáculo, que fue a la vez magnífico y repulsivo. Estaba claro que el desafío deportivo ya no era un objetivo para mí. La misión de concienciar sobre la contaminación se había vuelto mucho más importante. »
En 2019, parte para un extraordinario nado en el vórtice de plástico del Pacífico. Esta extensión de desechos, descubierta en 1997 por el patrón Charles Moore, corresponde a un área de remolinos de corrientes oceánicas donde se acumula la basura humana.
« Pequeños cangrejos a la deriva en la basura se refugiaron trepando sobre mí, dejando tras de sí pedazos de plástico flotante que los habían llevado muy, muy lejos de las costas ». Al nadar en el corazón del vórtice, Ben se encontró con tres piezas de plástico por minuto, incluidos objetos de nuestra vida cotidiana, principalmente tapones de botellas y aparejos de pesca. « Las redes están en su mayoría enredadas en una bola, unidas con cuerdas que claramente han sido arrojadas por la borda ». Cada año, estas redes desechadas matan a cerca de 100.000 ballenas, delfines, leones marinos, focas y tortugas.
« Cuando me enfrento a grandes fragmentos, es una sensación extraña. La vida marina entonces me guía y es emocionante porque el animal no tiene miedo ».
Estos trozos de plástico nunca se descomponen por completo, sino que se fragmentan en piezas más pequeñas hasta que se vuelven microscópicos y cada vez más dañinos. « He descubierto masas de confeti hasta donde alcanzaba la vista. Nadar en una concentración de micro plásticos es como atravesar una tormenta de nieve donde los copos son millones de partículas de plástico. Me di cuenta de que el problema era enorme. Estaba angustiado. »
Durante esta misión Vortex Swim, Ben Lecomte nadó más de 300 millas náuticas para alertar sobre los más de 300 millones de toneladas de plástico producidas cada año. Ben cree que debemos reducir la contaminación plástica en su origen.
Respondiendo a este mensaje, Ulysse Nardin ha seleccionado un innovador hilo de poliamida totalmente reciclado de redes de pesca para tejer su nueva correa compatible con los relojes Diver 44 mm, Diver 42 mm, Diver Chronograph, Marine Torpilleur y Freak X. Esta correa, de la que Ben Lecomte es el orgulloso embajador, es el primer tejido 100% impermeable de la manufactura. Robusto, está entretejido en los bordes para evitar que se deshilache y resista la abrasión (prueba de Martindale). La técnica de teñido utilizada antes de la extrusión por el proveedor JTTi para sus carretes de hilo YTT + (100% reciclado de redes de pesca) da un color negro uniforme y tiene la ventaja medioambiental nada desdeñable de no utilizar agua durante la producción.
« Reutilizar redes marinas para alta relojería es una combinación única y maravillosa », dice entusiasmado el aventurero.
Ulysse Nardin está muy relacionado con el medio marino y me interesa ver cómo pueden evolucionar los relojes que la gente ha utilizado durante años. Todo el negocio está cambiando y adaptándose a las nuevas condiciones y exigencias con un modelo más circular. Este enfoque de economía circular es bastante excepcional para un producto de lujo. El plástico no se crea para el reloj, ese plástico ya se ha utilizado antes. En el mar, es un contaminante. Alrededor de mi muñeca, se vuelve poderoso. »
El tiempo es de suma importancia para Ben cuando nada a través de los océanos y se aventura a través de vórtices aparentemente interminables de desechos y basura. Trabajar con una manufactura es aún más significativo para él, ya que su relación con el tiempo es más marcada cuando nada
Asociarse con una casa de relojería tiene mucho sentido para él, ya que la relación con el tiempo es significativa cuando nada. « Mi mente y mi cuerpo están separados; mi cuerpo está en modo piloto automático y nadando. Cuando nado, comprimo el tiempo. Las horas se convierten en minutos y los minutos en segundos. Me concentro en mi respiración, mi corazón y sus latidos. Durante las horas a nado, visualizo esos momentos en los que voy a volver a vivir de nuevo. Y si siento la necesidad, miro mi reloj, que me da algo concreto a lo que aferrarme ».
Ulysse Nardin, el creador de cronómetros marinos ya en 1846, desarrolló una estrecha relación con el mundo marino. Siempre profundamente alineada con sus valores históricos, la marca dirige de manera natural sus esfuerzos de sostenibilidad en la dirección de la conservación de la vida marina y oceánica.
ULYSSE NARDIN Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
El compromiso medioambiental de Ulysse Nardin sigue las directrices de las Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos para 2030. La marca Ulysse Nardin, naturalmente ligada al mundo marino, su territorio principal, ha optado por concentrar sus esfuerzos en el ODS 14, que establece qué acciones deben llevarse a cabo como una prioridad para la gestión sostenible del océano.
Al encontrar una nueva salida para las redes de pesca y otros desechos plásticos, así como al apoyar a los científicos y denunciantes submarinos, Ulysse Nardin se compromete con dos de las prioridades del ODS 14: reducir la contaminación marina y profundizar en el conocimiento oceanográfico. A medida que el mundo entra en la Década de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030), este período centrado en el océano es una ventana de oportunidades para iniciativas y comprometerse.
DATOS CURIOSOS
Cada año, nueve millones de toneladas de plástico se vierten al mar (Science).
Al año se producen 350 millones de toneladas de plástico. (NACIONES UNIDAS)
La mayor parte del plástico vertido desde la década de 1990 ni siquiera ha comenzado a degradarse.
Cada año se pierden o abandonan 640.000 toneladas de redes de pesca. (NACIONES UNIDAS)
El 46% del plástico que se encuentra en el vórtice del Pacífico proviene de las redes de pesca. (NACIONES UNIDAS)
Las redes abandonadas matan a casi 100.000 ballenas, delfines, leones marinos, focas y tortugas cada año. (Protección mundial de los animales)
El tiempo que has invertido en leer estas líneas, 80 toneladas de plástico habrán terminado en el mar.
Ulysse Nardin – Manufactura de la libertad
Ulysse Nardin es la manufactura pionera inspirada en el universo marino que ofrece relojes innovadores a espíritus libres.
Fundada en 1846 por Ulysse Nardin y miembro orgulloso del grupo mundial de lujo Kering desde en noviembre de 2014, Ulysse Nardin ha escrito algunos de los mejores capítulos de la historia de la Alta Relojería.
Sus primeros éxitos están vinculados al mundo de la navegación: sus cronómetros de marina son de los más fiables que existen y siguen siendo codiciados por los coleccionistas de todo el mundo. Pionera en la tecnología vanguardista y en el uso innovador de materiales como el silicio, la marca es una de las pocas – con experiencia y maestría in house – en producir sus propios componentes y movimientos. Ulysse Nardin puede presumir de esta excelencia relojera excepcional, formando parte del círculo más prestigioso de la Relojería Suiza, la Fundación de la Alta Relojería. En la actualidad, la marca, a través de sus sedes en Suiza, Le Locle y la Chaux-de-Fonds, continúa su búsqueda de la perfección relojera centrándose en sus cinco colecciones: Marine, Diver, Classico, Executive y Freak. En 2020, Ulysse Nardin explora los Xtremos, inyectando el factor X en sus colecciones.