La organización de autónomos considera que esta actuación global debe estar focalizada sobre los sectores económicos que están directamente perjudicados por las medidas derivadas del estado de alarma y otras de ámbito autonómico y sobre su cadena de servicios, es decir, aquellas actividades que aunque sobre el papel no está afectadas por restricciones dependen directamente de las que sí las tienen: algunas actividades de comercio, hostelería, actividades turísticas, cultura, eventos, algunas actividades de transporte como el taxi o la distribución de mercancías para la hostelería o el ocio nocturno, servicios personales, etc. Para empezar, UATAE considera imprescindible “ampliar el alcance de los ERTEs facilitándolos en todos estos casos, y recuperar la prestación extraordinaria que se implementó durante la primera ola de la pandemia, de mayor cuantía que la actual y de mayor impacto”. La Unión de Autónomos también considera necesario ampliar el período de carencia de los préstamos ICO ya concedidos y “aumentar las líneas de avales públicos asegurando condiciones justas y transparentes, sin abusos bancarios”, además de establecer una “moratoria bancaria sobre los préstamos, créditos, rentings o leasings anteriores a la pandemia y ligados a gastos profesionales de los autónomos, de manera que puedan reanudarse los pagos sin intereses cuando se supere esta situación”. En el ámbito fiscal y tributario, es necesario también establecer moratorias, aplazamientos y planes de pago “flexibles” que no conviertan las obligaciones pospuestas “en una soga que se acumula con nuevos pagos”. Por último, a UATAE le resulta inaplazable “la urgencia de regular medidas para aliviar la carga de los alquileres de locales profesionales de los autónomos, con una combinación de ayudas para aquellos casos en que los arrendadores son pequeños propietarios y con quitas y rebajas obligadas para los grandes tenedores”.
UATAE ya advirtió a finales de septiembre que las últimas medidas aprobadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y que están en vigor desde el 1 de octubre eran “manifiestamente insuficientes”, por lo que, afirma Landaburu, “ya no hay tiempo que perder”, y recuerda que “los sectores más castigados tienen mucho potencial de recuperación cuando la situación sanitaria se normalice, por lo que merece la pena el esfuerzo de aunar control sanitario con medidas de apoyo en esta coyuntura”.