Trabajar en moda sin renunciar a los propios valores
Cuando, hace 20 años, Sonja y Fiorella decidieron dedicarse al diseño de moda, no imaginaron la incompatibilidad existente entre su profesión y sus valores. Mientras creaban colecciones para importantes marcas de moda, visitaban proveedores en otros países donde, además de conocer culturas y personas maravillosas, también se encontraron con la cara oculta de la moda, aquello que no se ve en los escaparates: la contaminación y la explotación laboral.
Sintieron la necesidad de un cambio. Lo primero que se plantearon fue crear una marca propia sostenible, pero llegaron a la conclusión de que estas iniciativas ya existían, y que poco se estaba haciendo para incentivar el consumo responsable de la moda. “Lo que buscábamos era encontrar una solución desde otra perspectiva y no crear más productos, pensamos que ya existen demasiados”.
Así fue como Sonja y Fiorella aprovecharon el confinamiento para darle una vuelta a su profesión y se dedicaron a diseñar talleres como “¿Cuánto viaja mi ropa?” o “Comprar es un súper poder”. Así nació El Club de la MODA POSITIVA, y su primer objetivo es hacer llegar sus actividades a los institutos y colegios del país, como parte de un programa de educación ambiental, totalmente necesario para generar consciencia.
Las dos emprendedoras han conseguido tener el respaldo de la Fundación Triodos que impulsa actividades dirigidas a generar cambios sociales positivos. Gracias a esta colaboración han podido lanzar una campaña de crowdfunding cuyo objetivo es recaudar el presupuesto necesario para producir los materiales que corresponden a las diferentes actividades diseñadas para ser impartidas en la mayor cantidad posible de colegios de España durante el 2021.
Según un informe de la Asociación Ibérica del Reciclaje Textil (Asirtex) de 2017, la ciudadanía española consume 34 prendas y tira entre 12 y 14 kilos de ropa al año, el gasto por persona en ropa ha pasado (en Europa) de representar el 30% de la cesta de la compra en 1950, al 12% en 2009 y al 5% en 2020 y esa reducción se debe al “fast fashion”. Se compra más ropa a menor precio y se desecha antes, hasta incrementar los residuos en un 36% en los últimos quince años. Un ritmo inaguantable para nuestro planeta.
Es evidente que necesitamos un cambio de hábitos de consumo, y para esto es fundamental educar con inteligencia, información realista y sensibilidad a todas las generaciones; pero es en las más jóvenes dónde reside la mayor esperanza de cambio. Es por esta razón que El Club de la MODA POSITIVA apuesta por la educación como herramienta de transformación.