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Ternua te abriga con lana Latxa

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Existen cerca de 1 millón de ovejas latxas en Euskadi, un símbolo del territorio, las guardianas de esas tierras. Sin embargo, su lana es un problema medioambiental para los pastores porque no tiene un uso comercial y no se puede tirar a la basura ¿Qué se puede hacer con 2,5 millones de kg de lana al año? Ternua ha transformado este residuo en una oportunidad, diseñando la Artile Jacket. Una prenda que protege del viento y la lluvia y que está confeccionada con tejidos 100% Reciclados y reciclables.

20 de enero de 2021

Su tejido exterior proveniente del reciclado de botellas de plástico post consumo, lleva una membrana biodegradable, elaborada a base de azúcar de maíz, y el tejido interior está hecho del reciclado de botellas de plástico post-consumo. Además, lleva un aislante térmico de 400 gramos de lana latxa. Es una chaqueta ligera y térmica, gracias al relleno natural y ecológico de la lana, y lleva un tratamiento de repelencia al agua libre de sustancias nocivas para el medio ambiente (libre de PFCs). Para explicar el ciclo de fabricación de la chaqueta, Ternua ha incluido un print especial impreso en el interior de la chaqueta que informa de los pasos que se dan en su elaboración. Las chaquetas también serán comercializadas a nivel internacional.  

PVPR 229,95 

Proyecto Latxa Artile 
Ternua llevaba desde el 2009 desarrollando pruebas de I+d+i con la idea de aprovechar esta materia prima para confeccionar sus prendas, ya que dispone de unas características técnicas muy interesantes. Esta lana tiene una gran cantidad de propiedades: antibacteriana, aislante térmica, termorreguladora, atrapa el aire, funciona bien en mojado, ignífuga, etcétera. El auge de las fibras sintéticas en el sector textil y la hegemonía de la lana de oveja Merina como material para primeras capas han hecho que la lana de oveja de raza latxa, un producto que históricamente tenía de valor y suponía un sustento de la economía de los caseríos vascos, haya caído prácticamente en desuso convirtiéndose  el vellón del rebaño esquilado en un problema ambiental. Estos ovinos se han dirigido a la producción láctea, y su lana se ha ido volviendo más bruda, áspera y difícil de trabajar. A día de hoy, la lana en bruto de las explotaciones de estos rebaños supone un residuo de difícil gestión que únicamente genera gastos tanto a las explotaciones como a la administración.  

Sin embargo, gracias a este proyecto, en el que han participado la asociación Muturbeltz, el caserío Lamariako Azpikoa de Antzuola y la empresa Iletegia de Lapurdi, además de contar con el respaldo de varias instituciones, Ternua ha podido desarrollar una tecnología propia: Artileshell. Se trata de un aislante térmico natural con propiedades únicas que se puede utilizar a la hora de confeccionar prendas de muy alto nivel, ya que es un material muy funcional.  

La solución propuesta por Latxa Artile disminuirá la cantidad de residuos desechados y aportará un valor a un residuo que tiene un alto potencial de aprovechamiento. Además, el uso de un aislante térmico proveniente de un producto de cercanía ahorrará el impacto ambiental de la importación de materiales técnicos para las chaquetas. El uso de un material biodegradable y fácilmente generable como es la lana de oveja se convertirá en una alternativa al uso de materiales aislantes provenientes del petróleo, con los derivados impactos ambientales que conlleva tanto durante la extracción (emisiones GEI, contaminación de las aguas y los suelos, etcétera) como durante su fabricación, ya que requieren del uso de productos químicos.  

Impulso a la economía circular 
El objetivo de este proyecto Latxa Artile es poner en valor el compromiso de la marca con la innovación, el medio ambiente y la comunidad, buscando alternativas para reutilizar un residuo sin salida, que además era un problema local, reconvirtiéndolo en materia prima para fabricar nuevas prendas y, así, concienciar a los usuarios de la importancia de una compra ambientalmente y socialmente responsable. Esta inciativa se suma a los otros proyectos singulares puestos en marcha por Ternua años atrás.  

Redcycle (2015) fue su primera iniciativa. A través de este proyecto Ternua recuperó, gracias a la cooperación de las cofradías de pesca vascas, 12 toneladas de redes de pesca abandonadas en el Cantábrico y que reconvirtió en hilo Econyl, en colaboración con Aquafil. Con este hilo la marca ha fabricado desde productos menos técnicos como el pantalón urbano Ride On (Outdoor Industry Award 2017), una gorra o una mochila para trekking, hasta prendas muy técnicas como el mono de competición para la práctica de ski de montaña Blackcomb (ISPO Award Gold Winner 2019) o una chaqueta para subir grandes cimas, pasando por mallas o pantalones de trekking. Tres años más tarde, llevó a cabo Nutcycle, una iniciativa a través de la cual recogió 500 kg de cáscaras de nueces de las sidrerías guipuzcoanas, un residuo sin salida hasta entonces, que transformó en tinte natural para sus prendas, gracias a la cooperación de Archroma. En 2019 presentó Seacycle, En colaboración con AZTI-Tecnalia, el Gobierno Vasco (IHOBE), EKO-REC y Seaqual, Ternua aprovechó los residuos plásticos que tres barcos pesqueros recogieron a lo largo de la costa vasca, los mezcló con plástico del contenedor amarillo y los convirtió en tejido de calidad que utilizó para desarrollar prendas técnicas de calidad y sostenibles. 

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