Slow Fashion Next presenta 9 propuestas para transformar el sector de la moda hacia un modelo sostenible y regenerativo

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Slow Fashion Next presenta 9 propuestas para transformar el sector de la moda hacia un modelo sostenible y regenerativo
En un contexto marcado por crecientes desafíos ambientales y sociales, Slow Fashion Next presenta su informe “Moda y Sostenibilidad 2025: 9 Propuestas para Re-evolucionar el Sector en Positivo”, una hoja de ruta que invita a todos los actores de la industria a liderar un cambio estructural basado en la circularidad, la innovación y la responsabilidad compartida.

14 de enero de 2025

Slow Fashion Next presenta 9 propuestas para transformar el sector de la moda hacia un modelo sostenible y regenerativo

2024 nos dejó una lección clara: hemos roto el termómetro. Con un aumento de temperatura global que ya superó los 1,5 °C, la industria de la moda no puede seguir produciendo sobre los mismos patrones. De los 124 millones de toneladas de materiales textiles utilizados, casi el 70% son fibras sintéticas derivadas del petróleo. La pregunta es: ¿seguiremos vistiendo el futuro con modelos del pasado o nos atreveremos a cambiar? Spoiler: el cambio es posible, y estas nueve propuestas son el mapa para hacerlo realidad.

Un contexto desafiante

La moda se encuentra en un momento crítico de redefinición. En 2024, el planeta emitió una señal de alarma que ya no podemos ignorar: ha sido el año más cálido registrado, con un aumento de más de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales. Al mismo tiempo, el último informe de Textile Exchange nos recuerda la magnitud de nuestro desafío: 124 millones de toneladas de materiales textiles producidos en un año y con un crecimiento exponencial, de los cuales casi un 70% son fibras sintéticas derivadas del petróleo. No solo vestimos ropa, sino historias de emisiones, desechos y agotamiento de recursos.

La pregunta clave ya no es solo qué vamos a hacer, sino cómo lo haremos y con quién. En este contexto de crisis ambiental, la Unión Europea ha establecido un marco legislativo más ambicioso que nunca, con regulaciones sobre trazabilidad, reciclaje y diseño sostenible. Para algunos actores, estas normativas pueden parecer obstáculos burocráticos. Sin embargo, para quienes entienden que la sostenibilidad es la nueva base de la competitividad, estas medidas son una oportunidad de oro para transformar el sector en positivo.

9 Propuestas de transición

El pasaporte digital de producto es un ejemplo de cómo la tecnología puede aportar transparencia a toda la cadena de valor. Imagina un ecosistema donde cada prenda cuente su historia, desde el origen de sus materiales hasta los procesos de producción y su futuro reciclaje. Este nivel de trazabilidad puede ser la llave para recuperar la confianza del consumidor en un mercado saturado de discursos vacíos. No obstante, la digitalización debe gestionarse con responsabilidad: los sistemas tecnológicos también emiten CO₂, y cada innovación debe ser evaluada bajo un prisma de eficiencia energética y propósito.

Pero la transformación de la industria no se limita al ámbito digital. La competencia global sigue marcando el ritmo. Gigantes asiáticos como Shein, Temu y la emergente Hacoo han popularizado un modelo de consumo ultra rápido basado en un ciclo de renovación constante y precios imbatibles. Sin embargo, esta dinámica está dejando a su paso un rastro insostenible de residuos y explotación de recursos. Mientras tanto, países como India apuestan por materiales regenerativos, como el cáñamo, que requieren menos agua, regeneran los suelos y reducen la dependencia de fibras sintéticas. Esta iniciativa no solo impulsa la economía local, sino que también muestra un camino hacia la diversificación de la materia prima a nivel global.

La moda circular y los circuitos cortos de producción son otro pilar fundamental en esta transición. La producción local reduce la huella de carbono al minimizar los largos trayectos de transporte y crea un ecosistema más resiliente, basado en el empleo local y el saber hacer artesanal. A nivel europeo, la obligatoriedad de la recogida selectiva de residuos textiles es una medida contundente que puede transformar los residuos en recursos, siempre y cuando se establezcan infraestructuras adecuadas y se fomente la colaboración público-privada.

Frente a estos cambios, la calidad y el ecodiseño emergen como los nuevos estándares de éxito. La moda del futuro deberá apostar por prendas que duren más, que sean reparables y que generen un vínculo emocional con el consumidor. Porque no se trata solo de reducir el impacto ambiental, sino de devolverle a la moda su propósito original: contar historias y construir identidad a través de lo que vestimos.

El sector también debe nutrirse de talento preparado para afrontar estos retos. La formación en competencias verdes es clave para dotar a los profesionales de herramientas que les permitan diseñar soluciones sistémicas, anticipar desafíos y comunicar el valor de la sostenibilidad de manera efectiva. La innovación no solo viene de nuevas tecnologías, sino también de personas capaces de tejer redes colaborativas y proyectos alineados con un propósito común.

Sin embargo, todo este avance requiere un cambio profundo de mentalidad. Pasar de un modelo cortoplacista y basado en la inmediatez a uno que contemple el bienestar a largo plazo implica decisiones valientes y una visión compartida. No basta con que las grandes marcas lideren este cambio; los pequeños talleres, los diseñadores emergentes y los consumidores conscientes también tienen un papel fundamental. Cada eslabón de la cadena puede ser un motor de transformación.

Normativas y cambio cultural

El informe también aborda el marco legislativo europeo y español, destacando la importancia de medidas como la Directiva de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) y el Pasaporte Digital de Producto, cuyo objetivo es reforzar la trazabilidad y fomentar una economía circular. Asimismo, se enfatiza la necesidad de fomentar un cambio de mentalidad en el sector, apostando por el ecodiseño, la calidad y la durabilidad emocional como ejes de diferenciación y fidelización del consumidor.

Transformar la industria textil y de la moda requiere un enfoque integral que combine innovación tecnológica, capacitación y políticas públicas efectivas”, señala Gema Gómez, directora de Slow Fashion Next. Cada actor, desde los productores hasta los consumidores, tiene un papel fundamental en este proceso.”

Una Invitación a la Acción

El informe no solo ofrece un diagnóstico de la situación actual, sino una invitación a ser parte activa de esta re-evolución. La sostenibilidad no es una carga, es una inversión en innovación, empleo y resiliencia. Cada avance logrado en trazabilidad, circularidad y regeneración es un paso hacia un modelo de moda que no solo minimiza daños, sino que genera bienestar para nuestros clientes.

Este momento de cambio es también una oportunidad para redefinir el propósito del sector. Ya no se trata de competir en un mercado saturado por el precio, sino de liderar con valores, innovación y visión de futuro. Si te preguntas qué puedes hacer tú como profesional de este sector, la respuesta es clara: sumarte a un movimiento que busca conectar conocimiento, talento y acción positiva.

Transformar la moda es transformar nuestra manera de habitar el mundo y re-evolucionar la moda es una tarea compartida. Desde diseñadores hasta consumidores, cada elección importa. ¿Nos conformaremos con ser espectadores o nos uniremos al cambio? Si te sientes inspirado y quieres profundizar más, descarga el informe completo de Slow Fashion Next  aquí.

Slow Fashion Next

Con más de 14 años de experiencia en la formación y difusión de buenas prácticas en moda sostenible, Slow Fashion Next reafirma su compromiso con la construcción de un modelo productivo y de consumo ético y sostenible, donde la innovación y la regeneración impulsen un cambio duradero.

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