Fuente: Dirección General de Aduanas
Decepcionante abril, con caída de las importaciones en todos los sentidos, tanto por segmentos con si hablamos de valor y volumen. El mercado sigue paralizado, y la recesión afecta especialmente a la gama media-alta, intensificándose todavía más la dismutación del mercado entre la cúspide y los productos de precio extremadamente bajo.
Con ello, los digitales sufren algo menos, y, en la gama alta, la escasa demanda se concentra exclusivamente en los artículos con grandes complicaciones y de mayor nivel de precio que ya se acerca, para la importación, a los 9.000 euros. Los afines como movimientos, cajas, correas y fornituras también continúan reduciendo considerablemente el nivel de sus importaciones.
Tan sólo 740 unidades de relojes suizos automáticos de oro se han importado en el primer cuatrimestre, eso sí, con un valor unitario de 8.924 euros, lo que pone de manifiesto el absoluto sesgo de la alta relojería hacia la gama más alta, pero con un volumen realmente reducido. En abril sólo 163 ejemplares atravesaron las fronteras españolas, frente a los 382 del año pasado, por un valor inferior a 1,5 millones de euros, cuando en abril de 2008 éste fue de 2,6 millones de euros.
Los demás relojes de oro, tanto automáticos de otras procedencias, como los de cuarzo, manuales o de bolsillo, experimentaron fortísimas caídas, también con alzas del valor unitario en el caso de los cuarzos y manuales, siguiendo la misma tendencia que los automáticos.
Los de este tipo en acero no se quedan atrás en la baja, y así en el primer cuatrimestre limitaron sus importaciones a 187 mil unidades, frente a las 314 mil del año pasado, un 40,5% menos. En cuanto al valor, el descenso fue sólo un poco inferior, del 38,5% quedando en 21,54 millones de euros frente a los 34,9 millones de 2008. En este caso el valor unitario pasó de 111 euros a 115, una variación insignificante. En el ámbito de la relojería más comercial, los analógicos de cuarzo en acero siguen con su caída permanente, a la par que su abaratamiento, formando el brazo opuesto de la dismutación que se comentaba más arriba. De este modo, su volumen cayó un 19% limitándose a 3,4 millones de unidades, frente a los 4,15 registrados en el primer cuatrimestre de 2008. Por lo que se refiere al valor, la baja es mucho más importante, del 37% con casi 54 millones de euros, frente a los 85,5 del período enero-abril del año pasado.
Por otro lado, los digitales cayeron considerablemente en volumen, casi hasta al mitad, aunque paradójicamente su valor subió, al registrase un descenso muy inferior al del número de unidades, del 11,8%. Otro epígrafe con comportamiento relativamente positivo, fue el de os ana-digi, que incrementaron sus importaciones en volumen, hasta en un 13,5%, peor a cambio su valor des desplomó pues perdió casi medio millón de euros, con una tasa de descenso del 7,4%.
Los despertadores siguieron en su tónica habitual de hundimiento, con un descenso de los eléctricos cifrado en un 46% en volumen y un 10% en valor, pese a lo cual su valor unitario de importación sigue por debajo de los dos euros. Los mecánicos por su parte, muy volcados en decoración, y casi infantil, limitaron sus importaciones a menos de 75.000 unidades, con un 76% de caída, mientras su valor bajaba también en un 74%.
Por lo que se refiere a la relojería gruesa, las paredes eléctricas mantuvieron el tipo con un incremento de su volumen del 9%, mientras su valor descendía ligeramente, pero todos los demás segmentos de esta especialidad vieron caer sus importaciones en mayor o menor medida.
Los movimientos también registraron una excepción a al caída general, excepción limitada a los de relojería gruesa para su montaje en España, y ello a pesa de al crisis de la construcción, y con ella de la decoración. Por el contrario los movimientos par relojes de pulsera, fueran de cuarzo o mecánicos, sufrieron una fuerte caída que permite hablar prácticamente de paralización del segmento, mientras las correas de todos los materiales se mantuvieron bastante estables.