La mujer Sandro evoluciona a través de un viaje en el tiempo y juega subversivamente con los iconos de la moda de su adolescencia. Adaptándose a los códigos de una mujer de negocios de los años 90, de fin de semana en los Hamptons, ella yuxtapone el streetstyle de un mundo impregnado con toques de música de la vieja escuela. Pantalones de traje estilo marinero a rayas, combinados con un par de zapatillas. Una camisa con estampado de bolos y una cadena de oro, todo ello con jeans descoloridos con parches y un maxi bolso. Los jeans “desteñidos” realzan un ancho y amplio cárdigan azul marino con botones dorados. Tejido de punto, estampado de pañuelo, parches o tweed contrastan con vaqueros oversize, jerséis, sombreros tipo bucket o joggers. En este juego donde los diferentes elementos se encuentran; las prendas streetwear y los códigos sofisticados se integran de manera natural. El estudio une mundos diferentes con libertad, y usa los opuestos masculino – femenino. Por ejemplo, un look que combina una gabardina masculina con una falda plisada estampada.
Paralelamente al espíritu urbano BCBG (Bon Chic, Bon Genre), el estudio amplía la inspiración en los años 90 celebrando el estilo de la era tecno. El sonido de los bajos de los primeros festivales de Love Parade da ritmo a la colección con sus lemas. Impreso, bordado o incluso tejido: NACIDO PARA AMAR y AMANTES DEL MUNDO, suena como grito de guerra. El icónico Smiley se puede ver en camisetas minimalistas. El mix & match del estilo musical Gabber puede apreciarse especialmente en una chaqueta beige de algodón con cremallera y parches combinada con una minifalda de pitón falso. De espíritu romántico, el bolso Lou ha sido remodelado en versión metálica recordando un espejo. A sus pies, las zapatillas Flame y Astro son imprescindibles. El estilo es totalmente libre y las combinaciones son casi infinitas. En este viaje intercultural, la mujer de Sandro sigue el camino de sus deseos.