La cooperativa Roba Amiga ha recogido 15.300 toneladas de ropa en Cataluña durante el 2024, a través de los 3.125 contenedores naranjas y puntos de recogida distribuidos a los 472 municipios y empresas colaboradoras.
El valor del proyecto va más allá de la gestión del residuo textil: la ropa depositada a los contenedores naranjas se traducen en oportunidades laborales para personas en situación de vulnerabilidad. Por cada tonelada de ropa recogida, se generan aproximadamente 10 meses en un puesto de trabajo reservado para itinerarios de inserción sociolaboral. En total, este proyecto ha permitido la creación de 367 puestos de trabajo de inserción el 2024, un incremento del 4% respecto al año anterior.
El proyecto de Roba Amiga se basa en un modelo de economía circular con un altro impacto social. Las personas contratadas mediante itinerarios de inserción acceden a una ocupación regulada por la Ley de Empresas de Inserción, con contratos estables que les permite recuperar hábitos laborales y adquirir experiencia para acceder al mercado ordinario. Este ciclo garantiza que una vez el trabajador/a da el salto al mercado de trabajo convencional, su puesto sea ocupado por otra persona en riesgo de exclusión social, promoviendo un impacto social sostenible.
Gestión y tratamiento del rextil:
La Cooperativa Roba Amiga, integrada por siete empresas de inserción (ADAD-L’Encant, Andròmines, Engrunes, Formació i Treball, Recibaix, Solidança Treball, Treballs i Serveis Tapís), administra la red de contenedores y la recogida de la ropa usada. Después de la recogida, la ropa se traslada a las plantas de tratamiento textil, donde se clasifica para su reutilización o reciclaje.
- 50% de la ropa recogida se prepara para la reutilización
- 45% se tranforma en nuevas fibras textiles a través del reciclaje.
- 5% se utiliza para la cogeneración electrica y calorifica.
Nueva Ley de residuos: una oportunidad para la gestión sostenible del textil
El marco legal ha evolucionado con la nueva Ley de Residuos, que establece objetivos más ambiciosos para la recogida y gestión de los residuos textiles. Roba Amiga defensa que este nuevo contexto tiene que ir acompañado de un modelo de recogida que priorice el valor social del residuo textil, apostando por sistemas de gestión que generen ocupación y consoliden un modelo de economía circular justa y sostenible.
Las entidades que forman parte del proyecto Roba Amiga reinvindican la necesidad que las administraciones impulsen modelos de recogida que integren criterios sociales, garantizando que la gestión de los residuos textiles sea una herramienta efectiva para la inclusión social y la lucha contra el cambio climatico.
Con estos resultados, Roba Amiga reafirma su compromiso en la transformación del modelo de gestión de residuos textiles, demostrando que es posible combinar sostenibilidad ambiental e impacto social postivo.