Al igual que ha hecho anteriormente con otros tipos de piel, Quimser ha procedido ahora a analizar varias muestras de crust en vacuno, que han sido curtidos mediante distintos procesos. Estos ensayos le han permitido evaluar el grado de biodegradablidad de los cueros y determinar así qué productos resultan más sostenibles para el medio ambiente. 

En este segundo ensayo se han analizado las siguientes muestras:

1) Crust curtido con cromo y recurtido con productos estándar de mercado.

2) Crust curtido y recurtido con polímeros vegetales

3) Crust curtido con SERTAN AL y recurtido con productos estándar de mercado

4) Crust curtido con SERTAN WT y recurtido con productos estándar de mercado

5) Crust curtido con SERTAN WT y recurtido con polímeros vegetales.

Durante el ensayo Quimser enterró las muestras de piel en substrato de compost el día 2 de septiembre de 2020 y las desenterró el día 5 de octubre del 2020.

Después de treinta y tres días el resultado es sorprendente e inesperado para todo el equipo técnico de Quimser. En concreto, observó que en 30-35 días las pieles curtidas con SERTAN WT empiezan a descomponerse. El ensayo destaca que en el artículo EA-R-19170 (muestra nº 5) la descomposición es mayor, lo que lleva a afirmar a los expertos de Quimser que en el plazo de un año y en unas condiciones concretas de humedad y temperatura, la piel quedará totalmente descompuesta.

El articulo EA-R-19170 (muestra nº 5) se ha recurtido con polímeros naturales con el objetivo de tener el menor impacto posible en el medioambiente, tanto en lo que se refiere al cuero resultante como durante todo el procedimiento y los productos utilizados.