A la hora de buscar el vestido con el que decir el ‘sí, quiero’, la novia contemporánea huye de lo convencional, de lo que llevan todas y no la representa. Busca un diseño auténtico, hecho a medida, con el que sentirse cómoda, segura y fiel a sí misma. La clave está en encontrar una firma que siga las tendencias, que entienda el cuerpo de cada novia y que, antes de comenzar cualquier proceso creativo, sepa escucharla.

Es aquí donde Alex Vidal se posiciona como uno de los nombres imprescindibles del panorama nupcial. Sus diseños conquistan a aquellas que quieren brillar en su camino hacia el altar y atesorar un recuerdo eterno, capaz de emocionar cada vez que vuelven a ver las fotografías de su boda.

Sus creaciones son completamente personalizadas: nacen de conversaciones profundas con cada novia, de la comprensión de sus deseos y de la apuesta por un diseño único y exclusivo que refleje su esencia y cuente su historia. Cada vestido es, así, una obra de arte concebida para acompañar uno de los días más importantes de la vida.

Se trata de piezas completamente artesanales, fruto del savoir-faire de un legado familiar que se ha ido construyendo durante más de 50 años. Cada vestido respeta al detalle los procesos más meticulosos de creación nupcial, combinando tradición y excelencia con una sensibilidad contemporánea que hace de cada diseño una obra única.

La firma apuesta por la excelencia y los materiales más exclusivos a la hora de dar forma a sus vestidos, utilizando tejidos ricos en texturas e incluso ediciones limitadas de materiales únicos. Pero más allá de la calidad de los tejidos, la verdadera protagonista es la novia: cada diseño se concibe con alma, y ella participa en cada paso del proceso, desde el primer boceto hasta la prueba final, asegurando que el vestido refleje su esencia y personalidad.