Así mismo, la patronal reclama seguridad para aquellos sectores que no podrán volver a una actividad mínimamente normal en un periodo tan corto de tiempo, como por ejemplo el turismo, el comercio, la cultura, las ferias y acontecimientos, y los servicios auxiliares de estas actividades. Para todas aquellas empresas que continúen con una demanda mínima de sus servicios o con limitaciones de su actividad por cuestiones de seguridad, se tiene que garantizar la continuidad de los ERTE de fuerza mayor mientras continúe el motivo que los motivó.
En cuanto al mantenimiento del nivel de empleo durante un periodo de 6 meses, la patronal valora positivamente que se haya modulado y se pueda empezar a computar a partir de la primera desafectación de la plantilla de un ERTE y, así mismo, que se tengan en cuenta determinadas excepciones. Sin embargo, considera que habría que contemplar aquellas situaciones que puedan poner en riesgo la viabilidad de la empresa sin necesidad de llegar a situación concursal. Desgraciadamente, las empresas se encontrarán en los próximos meses con la necesidad de ajustar sus plantillas para que no se produzca el cierre definitivo y mantener el máximo número posible de puestos de trabajo.
PIMEC considera que se ha perdido una oportunidad para flexibilizar de una manera adecuada la salida de los ERTE de fuerza mayor, puesto que el acuerdo no contempla la posibilidad de desafectar a personas trabajadoras y volver a incluirlas en un ERTE si fuera necesario. El hecho de tener que tramitar un nuevo ERTE puede provocar la reticencia de empresas a desafectar a trabajadores y trabajadoras hasta que tengan suficiente seguridad porque la situación es óptima, del mismo modo se añade burocracia y se resta agilidad, más necesaria que nunca en estos momentos excepcionales.
La patronal considera que se hace del todo necesario el mantenimiento de las condiciones de exoneración de cuotas a la seguridad social vigentes actualmente. En caso contrario, numerosas empresas, especialmente las de dimensión más pequeña y con menos capacidad económica, se pueden ver abocadas a una situación que no puedan superar.
Por otro lado, sobre la nueva regulación de los ERTE a tiempo parcial, PIMEC echa de menos la flexibilidad que hasta ahora tenían estos expedientes a causa de fuerza mayor. Como una de las herramientas más importantes para la recuperación económica del tejido productivo, la patronal cree que es perjudicial para las empresas que sus plantillas no se puedan ajustar a sus previsiones de ventas.