En una escueta nota en redes sociales, la familia Missoni y Missoni Group anunciaban ayer el fallecimiento de Rosita Missoni, «una figuara central en el Italian fashion».
La nota, apostilla que «la visión creativa de Rosita y la dedicación incansable hicieron del estilo Missoni un símbolo de Made in Italy en todo el mundo. Su legado artístico seguirá viviendo a través de sus creaciones, símbolos de belleza y alegría, inspiradores a los entusiastas de la moda y el diseño».
Nacida en 1931 en la localidad lombarda de Golasecca, Rosita Jemini creció y se formó en el seno de una familia de artesanos textiles, otorgándole un gran conocimiento de los tejidos.
En 1953 Rosita y su marido, el atleta de origen yugolsavo Ottavio, fundaron Missoni en Gallarate (Italia). Irreverente desde su inicio, la enseña llevó a las prendas de punto hasta lo más alto del podio del lujo. La formación textil de ella y el pasado deportista de él hicieron un binomio perfecto para la creación de prendas de lujo, pero alejadas del encorsetamiento de la época, ofreciendo libertad y comodidad.
En 1958 presentaron su primera colección en Milán. Pero no fue hasta 1967, cuando Missoni subió sus diseños a la prestigiosa pasarela Pitti, en Florencia. Al año siguiente no volvieron a ser invitados al Palazio Pitti. Su arriesgado colorido, transparencias, y estilismos para la época no fueron del todo bien acogidos en Italia, pero la marca se ganó definitivamente por derecho propio un nombre en la escena internacional de la moda, abriéndose camino en los principales escaparates de París o Nueva York. Desde entonces, el mundo de la moda se rendiría a los piés del colorido, sencillez, innovación y artesanía que caracterizaban sus lujosas prendas.
En 1997 Rosita dejaba la empresa. En 2013 fallecía Ottavio, poco después del fatal accidente de avión en el que también perdío su vida su hijo Vittorio. Su hija Angela dejó la empresa también en 2012.
En la actulidad, la enseña continúa con hijos y nietos de los fundadores al frente de la gestión, ocupando diferentes ámbitos de responsabilidad. La familia conserva el 58,8%, tras la venta del 41,2% restante al fondo de capital privado FSI.