El rasgo más sorprendente de este nuevo reloj de Montblanc es el concepto de «metamorfosis», sustentado por un mecanismo extraordinariamente complejo de 746 piezas y protegido por varias patentes cuyo desarrollo ha costado más de cuatro años de trabajo. Fue en el SIHH de 2010 cuando Montblanc presentó a los expertos el sorprendente concepto de esferas superpuestas, que se abren majestuosamente como el telón de un teatro. El objetivo de esta complicación única en el mundo, es ofrecer un cambio espectacular en el diseño y función del reloj, pasando de la hora clásica, al cronógrafo y de vuelta a la hora clásica y todo ello mediante un mismo mecanismo. Una forma atrevida, creativa e innovadora de combinar las características de los relojes tradicionales con los principios revolucionarios de la innovación.
Metamorphosis II es el primer reloj en el que se materializa esa capacidad de transformación. Para hacer frente a este desafío, los maestros relojeros de Montblanc aprovecharon los 157 años de experiencia como especialistas en cronógrafos de la manufactura de Montblanc en Villeret -la antigua fábrica Minerva- y tomaron prestados los métodos tradicionales del arte de la manufactura de mecanismos automatizados, un antiguo oficio practicado desde hace tiempo en los montes Jura de Suiza junto con la fabricación de buenos relojes.
Hecho a mano en su totalidad, Metamorphosis II representa la perfecta simbiosis entre tradición e innovación, y reclamará por derecho propio un lugar entre las grandes complicaciones del mundo de la relojería. Con su habilidosa alquimia entre una belleza clásica y atemporal y la elegancia informal, la nueva estética del Metamorphosis II le permite a Montblanc abrir un nuevo capítulo en la historia del diseño horológico.
Un reloj con dos caras
El principio que hace funcionar el Metamorphosis II es tan sencillo de explicar como difícil es de crear: en la posición clásica, el reloj muestra la imagen clásica de las horas, minutos y fecha. Un pestillo situado en el lado izquierdo de la caja permite transformar este indicador clásico y elegante y hace aflorar una nueva cara. Además, este mecanismo de control acciona un proceso altamente sofisticado que transformará la esfera con la hora clásica en un cronógrafo con una nueva función. 2
La metamorfosis de la relojería
El concepto del Metamorphosis II de Montblanc está inspirado en la abertura del telón de un teatro para dejar a la vista el escenario. Este principio innovador permite crear un vínculo único entre las piezas que integran el mecanismo y las funciones de la esfera para crear un todo nuevo.
Durante la metamorfosis, controlada por un pestillo situado entre las 10 en punto y las 8 en la parte central de la caja, dos solapas se pliegan sobre sí mismas y desaparecen en el interior de la parte inferior de la esfera a lado y lado. Deja al descubierto el disco de un cronógrafo para contar minutos, que se eleva gradualmente como una rampa elevadora en el interior del mecanismo hasta que “absorbe” la manecilla que indica la fecha, gracias a una abertura sutilmente definida. Paralelamente se produce una transformación similar en la parte superior de la esfera. Dos solapas se abren también a derecha e izquierda, haciendo que la imagen clásica de la hora en números romanos desaparezca. Y dejan al descubierto una nueva esfera con un nuevo diseño en números arábigos e índices, lo que asegura una legibilidad óptima del cronógrafo.
Este proceso es reversible y puede iniciarse el movimiento opuesto volviendo a accionar el mecanismo de control: las solapas de la parte superior e inferior se vuelven a desplegar, ocultando el cronógrafo, que desciende una vez más y desaparece de la vista, y con ello permite que la imagen clásica y elegante del reloj de siempre vuelva a un primer plano.
Una de las características técnicas más innovadoras del Metamorphosis II es su capacidad de mantener todas sus funciones independientemente de la esfera elegida. Las funciones de cronógrafo y fecha permanecen activas en todo momento. Por tanto, cuando el reloj está en modo clásico y se activa el cronógrafo, el contador de minutos del cronógrafo sigue funcionando. Cuando volvemos al modo cronógrafo, el tiempo transcurrido se indica al instante. Lo mismo sucede con la fecha: incluso si hemos tenido el reloj en modo cronógrafo durante varios días, la fecha sigue corriendo en segundo plano, y vuelve a aparecer con total exactitud cuando volvemos al modo clásico. Solo se tarda unos cinco segundos en pasar de un modo al otro. En ese lapso, numerosos componentes del reloj -ruedas, levas y piñones- inician una danza mecánica perfectamente coreografiada, impulsada por un barrilete separado y controlada con precisión por un regulador de fuerza. Un total de 82 piezas móviles, todas ellas creadas meticulosamente a mano, forman parte de estas metamorfosis extraordinarias.
Hora de la elegancia clásica
En la posición clásica, el Metamorphosis II de Montblanc lleva a gala todos los elementos que denotan elegancia en un reloj de alta gama, en el sentido más tradicional. En tanto que la caja en oro rosa es perfectamente redonda, la apariencia en sí es clásica, aunque muy original. El indicador del tiempo utiliza el principio del regulador, con manecillas y escalas separadas para horas y minutos. Las horas las indica una única manecilla que se mueve alrededor de una subesfera con números romanos a las 12 en punto. El indicador de los minutos es incluso mucho más complejo técnicamente, con su gran manecilla central trazando un arco retrógrado de 210 grados entre las 8 en punto y las 4. Cuando llega a la graduación de 60 a la derecha de la esfera, la manecilla retorna instantáneamente a la posición de 0 y traza un nuevo recorrido. Finalmente, una manecilla pequeña indica muy claramente la fecha en una esfera graduada adicional del 1 al 31 a las 6 en punto.
Las manecillas de la hora, minuto y fecha muestran el tiempo en una esfera de oro macizo de 18k especialmente refinada y sofisticada, que integra toda una gama de distintos acabados y adornos que requieren un know-how muy exclusivo de la artesanía tradicional de la relojería. La parte interior de la esfera va adornada con guilloché manufacturado en Grain d’orge plateado. La sección inferior va decorada con un puente de zafiro en tanto que la parte exterior de la esfera tiene un acabado artesanal circular de acabado satén y también el contador de las horas a las 12 en punto. Finalmente, el trazo de los minutos está decorado con los índices repujados a mano en oro rosa de 18k y en cabochon.
Todo este trabajo de embellecimiento se realiza con el mayor respeto por la tradición de los maestros artesanos, lo que ilustra la importancia de los atributos de Montblanc tanto para la belleza interna como externa de estos relojes. En esta configuración, la refinada elegancia del Metamorphosis II rememora la era dorada de la relojería.
El cronógrafo más exclusivo
En tan solo cinco segundos, el Metamorphosis II experimenta una transformación de esfera clásica a la deportiva esfera del cronógrafo. Transfigurado así, emerge un carácter único, listo para la acción y configurado para medir intervalos cortos de tiempo.
La esfera emergente tiene números arábigos y va adornada en un guilloché Clous de Paris de color negro a las 12 en punto para indicar las horas, en un bello contraste con el plateado del muelle y en un acabado de pulido circular tipo satén en la parte central de la esfera. Estos distintos acabados artesanales propician la legibilidad de este reloj, insuflándole un bello dinamismo.
Aunque la manecilla con movimiento retrógrado conserva su función original, la manecilla central de los segundos cambia su función y sirve como manecilla del cronógrafo. El minutero del cronógrafo, en negro, surge del interior del mecanismo hasta nivelarse con la esfera y se activa con el pulsador integrado en la corona. Gracias a la rueda de pilares del monopulsador, el mecanismo de cronógrafo, el embrague horizontal y su gran volante con una curva Phillips terminal que funciona a la frecuencia tradicional de 18000 semioscilaciones por hora, Montblanc le rinde homenaje al legado de los legendarios cronógrafos Minerva, producidos desde 1858 en la manufactura de Villeret. Una vez medidos los intervalos de tiempo cortos, simplemente se puede deslizar el pestillo hasta que aparezca la configuración original del Metamorphosis II y su apariencia clásica.
Más de 157 años de historia de la relojería
Gracias a la experiencia adquirida durante 157 años en las manufacturas relojeras suizas de Le Locle y Villeret, Montblanc ha podido hacer realidad la ambiciosa visión que supuso en un principio el Metamorphosis II. En los talleres de la Maison se ha tenido que dominar a la perfección todas las disciplinas y artesanía tradicional de la relojería para poder desarrollar un reloj tan extraordinario. Al combinar un grandísimo respeto por la tradición y la búsqueda de una innovación revolucionaria, el Metamorphosis II deja bien claro cuál es el lugar de Montblanc en el mismísimo corazón de la élite de la relojería suiza de la más alta gama.
Incorpora un total de 746 piezas hechas de materiales preciosos y decoradas totalmente a mano, de las que 494 están dedicadas exclusivamente a la función de metamorfosis. Este nuevo y extraordinario reloj es objeto de un número considerable de patentes y está considerado uno de los relojes contemporáneos más complejos. En el espíritu de todos los relojes de la prestigiosa colección Montblanc Villeret 1858, el nuevo Metamorphosis II sigue fiel a su devoción a la perfección en términos de respeto a la artesanía tradicional y a la innovación en la construcción, al refinamiento estético y a la fiabilidad.
Este reloj tan excepcional se manufacturará en una edición muy limitada de 18 unidades, que van a ofrecer una interpretación única de la metamorfosis del tiempo.
Tipo de mecanismo: Mecanismo manual de cuerda. Con transformación mecánica de la función de hora a la función de cronógrafo.
Cronógrafo: Cronógrafo monopulsador con embrague horizontal y rueda de pilares.
Dimensiones: 16 líneas (38,40 mm). Altura = 12,45 mm.
Número de piezas: 746 (494 para la metamorfosis).
Número de piedras preciosas: 85 Reserva de marcha: Aproximadamente 50 horas. Volante: Tornillo del volante. Frecuencia: 18.000 semioscilaciones por hora (2,5 Hz).
Muelle: Con curva Phillips terminal.
Placa principal: Plaqué de rodio, níquel y plata con pulido circular en ambas caras.
Puentes: Plaqué de rodio, níquel y plata con pulido Côtes de Genève.
Tren de engranajes: Plaqué de oro, aletas talladas, superficie pulida en diamantado.
Indicaciones clásicas:
– Contador de las horas a las 12 en punto.
– Manecilla minutera en movimiento retrógrado.
– Segundera central.
– Indicador de fecha a las 6 en punto.
– Indicadores de la función de cronógrafo:
– Segundera central del cronógrafo.
– Disco contador giratorio de 30 minutos a las 6 en punto.
– Características Caja: Oro rosa de 18k (5N).
– Dimensiones: Diámetro = 52 mm. Altura = 15,8 mm. Cristal: Zafiro.
– Parte trasera: Oro rosa de 18k (5N) con cristal de zafiro.
– Resistente al agua: 3 bar.
– Esfera: Oro adornado a mano con distintos acabados según la esfera (guilloché Grain d’orge, guilloché Clous de Paris, guilloché en espiral, acabado circular satinado, trazado de los minutos con el borde repujado en oro rosa de 18k y los índices en cabochon); puente de zafiro, círculo horario con números romanos en negro para la visualización clásica y números arábigos negros para la visualización de cronógrafo.
– Corona: Oro rosa de 18k (5N) con el emblema Montblanc en nácar.
– Pulsadores: Mecanismo deslizante en el flanco de la caja a las 10 en punto para iniciar la transformación, corrector de la fecha a las 4 en punto; pulsador del cronógrafo integrado en la corona.
– Manecillas: Manecillas de las horas y minutos en oro rosa de 18k (5N), manecilla del día en níquel y plata, manecillas del cronógrafo en Pfinodal.
– Correa: Correa de piel de cocodrilo negra cosida a mano con un cierre triple de oro rosa de 18k (5N).
– Limitación: 18 relojes.