Esta vez, la noche es el escenario y el brillo, su aliado. Con tonos oscuros como el negro y el marrón, y toques dorados que capturan la luz, la firma redefine el vestir nocturno con una propuesta elegante y sin excesos.
Fiel a su ADN, la colección mantiene un equilibrio entre teatralidad sutil y sofisticación. Los cortes son precisos, las siluetas definen el cuerpo, y los tejidos invitan a explorar una sensualidad más nocturna.
Lentejuelas, encajes que sugieren más de lo que revelan y tejidos fluidos que acompañan el movimiento con naturalidad son algunos de los protagonistas de esta nueva colección. Todo se construye en torno a una silueta femenina que combina fuerza y delicadeza.
La paleta de color se mantiene sobria y elegante, con el negro y el marrón como base atemporal, mientras que los acentos dorados y plateados aportan sofisticación sin caer en el exceso. El resultado es una colección coherente y moderna, que honra la tradición artesanal de la firma al tiempo que se proyecta hacia el futuro con una mirada firme.











