La moda siempre ha sido un reflejo de la sociedad en la que vivimos, y en la actualidad, la preocupación por el medioambiente y la sostenibilidad está transformando este mundo. Conocida como la segunda industria más contaminante del mundo, la moda se enfrenta al desafío urgente de reducir su enorme consumo de agua y minimizar así su impacto ambiental. Desde el cultivo de materias primas como el algodón hasta los procesos de fabricación y distribución, cada etapa de la cadena de producción textil tiene un gran impacto en el medioambiente.
Una de las principales preocupaciones en este sentido es la huella hídrica asociada a cada prenda. Para fabricar una sola camiseta de algodón se necesitan aproximadamente 2.720 litros de agua, según un informe del Water Institute, una cantidad alarmante que llega incluso a triplicarse en prendas como los pantalones vaqueros. Este excesivo gasto de agua no solo agota los recursos naturales, sino que también contamina las vías fluviales y afecta a las comunidades locales, especialmente en regiones secas donde el acceso al agua ya es limitado, y cada vez más.
Ante este panorama, la industria de la moda está tomando medidas significativas para reducir su huella hídrica y adoptar prácticas más sostenibles. Desde marcas líderes hasta pequeños diseñadores, se están implementando estrategias innovadoras para minimizar el consumo de agua en todas las etapas de producción. Una de ellas es el uso de materiales orgánicos como el algodón, que requiere considerablemente menos agua en comparación con el convencional.
Por otro lado, los consumidores también tienen un papel fundamental que desempeñar en el auge de la moda sostenible. Adoptar decisiones de consumo conscientes, como preferir prendas de materiales orgánicos, evitar el poliéster y reducir el lavado excesivo de la ropa, puede contribuir significativamente en la reducción de la huella hídrica que deja la industria de la moda. Además, informarse sobre la procedencia de los materiales y apoyar a marcas comprometidas con la sostenibilidad puede fomentar un cambio positivo en toda la industria.
SKFK apuesta firmemente por sus valores zero waste para liderar el camino hacia una moda más sostenible y justa
SKFK es una de las firmas que apuesta firmemente por sus valores zero waste para liderar el camino hacia una moda más sostenible y justa. Con un enfoque en el diseño de prendas de calidad utilizando materiales orgánicos y reciclados, SKFK demuestra que es posible combinar la moda con la responsabilidad ambiental y social. Además, su compromiso con la transparencia, la trazabilidad y la ética en toda su cadena de producción establece un estándar ejemplar para la industria en su conjunto.
De sus prendas diseñadas en Bilbao nace una de sus líneas más icónicas, la de los modelos zero waste que unen la creatividad con el compromiso medioambiental, un claro encuentro de dos de los pilares más importantes de la marca. Una técnica que tiene en cuenta la totalidad del tejido, lo que aumenta el valor estético y funcional de la prenda y sin generar desperdicio, su principal objetivo.
Desde SKFK lo hacen a través de prendas zero waste de estilo más rectangular y geométrico ya que el patrón está pensado directamente con la capacidad de ancho del tejido y eso hace que estas prendas sean talla única, además de exclusivas, porque cada tejido tiene un ancho diferente y cada patrón tiene que adaptarse.
“Para nosotros es muy importante poder desarrollar este tipo de prendas con el objetivo de generar el menor desperdicio posible. Somos totalmente transparentes con nuestros diseños zero waste, por ello encontrarás un patrón en la etiqueta de cada una de las prendas”.
La moda y la sostenibilidad se dan la mano en los diseños de esta firma española que busca transformar la manera en que producimos, consumimos y percibimos la ropa. Con la adopción de prácticas más sostenibles y el compromiso de todas las partes se puede enfrentar el desafío de reducir la huella hídrica de la industria textil y crear un futuro mejor para todos, sobre todo para las generaciones futuras.
SKFK:
SKFK nació en la escena streetwear de los festivales de música en los años 90. Empezaron produciendo sus prendas como otras muhcas marcas de moda, pero tras visitar una de sus fábricas en China, se dieron cuenta de que no querían ser parte del problema, sino de la solución. Así es cómo empieza su viaje sostenible para demostrar que las cosas pueden hacerse de manera diferente.
En 2013, obtuvieron la certificación GOTS y en 2017 fueron la primera marca de moda certificada Fairtrade® en España. A lo largo de estos años, han cambiado su forma de entender la moda y se han convertido en referentes en sostenibilidad, demostrando que es posible diseñar prendas sin dejar de ser éticos y sostenibles.