A este rebranding se le suma también una renovación completa de sus establecimientos: deja atrás el color blanco impoluto, que caracterizaba sus puntos de venta, e introduce materiales como la madera y suelo hidráulico para conseguir un estilo más cálido y mediterráneo. Según Eulàlia Torres, directora general, y Cristian García, director adjunto, este rebranding ha sido posible “gracias a la buena salud financiera de Misako. Con la llegada de la pandemia y el cierre forzoso de las tiendas durante meses, vimos que era el momento perfecto para invertir recursos y cambiar la imagen de marca”.
A pesar de las dificultades causadas por la pandemia, en 2020 la empresa familiar abrió más de siete tiendas sumando un total de 215, repartidas entre España, Portugal y Andorra. “No nos imaginamos un futuro sin tiendas en las calles” aclara García. No obstante, la estrategia de cara a futuro es seguir apostando por el canal online, que actualmente representa el 8% del total de las ventas. Además, están presentes en Amazon y próximamente entrarán en Zalando, uno de los portales especializados en moda más reconocidos a nivel internacional.
De cara a este año, la firma líder en complementos de moda espera recuperar los niveles de facturación del 2019, ya que en 2020 vieron caer hasta un 40% sus ventas a causa de la pandemia, y acercarse al público más joven con propuestas de última tendencia a un precio competitivo.











