Hay momentos en los que una imagen trasciende la estética y se convierte en símbolo. Y hay campañas que no solo presentan una colección, sino que revelan una nueva filosofía de marca. Así es la apuesta de Hispanitas para esta primavera-verano 2025.
Bajo el evocador título de Gone Days, la firma alicantina —conocida por su fusión entre artesanía mediterránea y vanguardia funcional— elige como nueva imagen a Minerva Portillo, una de las modelos españolas más influyentes de su generación. Un rostro que es historia viva de la moda y, ahora, emblema de un nuevo modo de entenderla: más personal, más consciente, más esencial.
Imagen y musa
Para quienes han seguido el devenir de la moda desde finales de los 90, Minerva Portillo es una figura imposible de ignorar. Nacida en Valencia, su carrera despegó cuando aún era adolescente y no tardó en convertirse en una de las modelos más cotizadas del momento. Su elegancia enigmática, su mirada de intensidad serena y su capacidad para camaleonizarse sin perder identidad la convirtieron en musa de fotógrafos como Helmut Newton, Ellen von Unwerth o David Bailey. Ha protagonizado campañas para Chanel, Dior y Givenchy, y ha desfilado en las pasarelas más exigentes del circuito internacional.
Pero Minerva no es solo un rostro memorable: es una mujer que ha sabido reinventarse sin perder autenticidad. Su regreso como protagonista de la campaña de la firma alicantina no es un comeback nostálgico, sino un statement contemporáneo. En ella, la marca encuentra una aliada que encarna como pocas el equilibrio entre experiencia y frescura, entre estilo innato y reflexión estética.
Hispanitas presenta una colección que mira al pasado sin quedarse anclada en él
Con Minerva Portillo, Hispanitas presenta una colección que mira al pasado sin quedarse anclada en él. Gone Days es un homenaje al tiempo, pero también una propuesta que se aleja del vértigo de las tendencias efímeras. Bajo esta premisa, la colección se construye como una fusión entre herencia artesanal y líneas limpias que miran al presente. Un diálogo entre generaciones y sensibilidades, en el que tradición e innovación no se contradicen, sino que se complementan. Una colección donde la comodidad se encuentra con la rebeldía y los clásicos se reescriben desde una nueva mirada.
La propuesta abarca desde mocasines estructurados a sandalias esculturales, pasando por sneakers de diseño minimalista y detalles metálicos que aportan modernidad sutil. La gama cromática, dominada por blancos luminosos, tonos tierra, verdes salvia y destellos dorados, evoca la luz del Mediterráneo, ese paisaje emocional tan presente en el ADN de la firma.
Cada diseño habla de versatilidad, de confort y de calidad, pilares que se han convertido en los auténticos códigos de estilo del presente.
La elección de Minerva Portillo va más allá del guiño generacional
Es una apuesta por una nueva forma de feminidad, alejada de los moldes impuestos y centrada en la autenticidad. Su belleza es real, pausada, casi silenciosa. Una belleza que no grita, pero permanece. En las imágenes de la campaña —realizadas con una luz delicada, casi cinematográfica— vemos a una mujer que no posa, sino que se mueve con naturalidad. Que no interpreta un personaje, sino que es ella misma.
Con esta campaña, la firma alicantina no solo presenta una nueva colección: reafirma su manera de entender la moda. Una moda que se construye desde la autenticidad, que valora los procesos cuidados, las colaboraciones con sentido y la elección de perfiles que aportan algo más que una imagen. La presencia de Minerva Portillo no responde a una estrategia de nostalgia, sino a una decisión consciente: la de vincularse con mujeres que representan un estilo de vida real, con historia, con criterio.















