La necesidad de parar y aislarse del mundo exterior.
Se profundiza en sentimientos, gustos y sensibilidad para asentar y afianzar las bases de una identidad. El poder indagar en la persona que eres sin tener en cuenta todo lo que te rodea, llegando a un equilibrio mental que arroja luz a la verdadera personalidad. Nos podemos ver completamente claros y sin prejuicios, un estado muy puro de nosotros mismos.
Las vistas de una ciudad sin aparente movimiento, dónde la niebla difumina los edificios, es uno de los puntos clave de la inspiración. Se reinterpreta en diferentes tipos de materiales muy diversos entre sí, telas transparentes, neoprenos ligeros, puntos pesados… jugando con las texturas y haciendo que un mismo material pueda tener diferente peso dependiendo de la prenda. El atardecer es el momento que mejor recoge los tonos principales de la colección como los blancos, empolvados, marrones y metálicos sutiles, una paleta de colores evocadores de serenidad y calma.
Se combinan diferentes patrones y tejidos en una misma prenda, dando lugar a prendas de doble silueta como shorts, faldas y vestidos. Los pliegues de fondo suavizan la combinación de tejidos también ayudan en el ensamblaje de la prenda. Las chaquetas bomber y los chalecos biker son dos de los “must” de esta colección y se presentan de un modo nuevo y fresco.
Se continua con la búsqueda del equilibrio perfecto en las transparencias como desarrollo de la identidad de la marca, ya sea mediante finas tiras entre dos tejidos diferentes, haciendo de base de la prenda o como detalle.











