Diseñado por Turenne Chevallereau, el caballo de carreras a galope es una expresión imperecedera del dinamismo de la Maison y art de vivre. Esta conexión ecuestre ha marcado la elección del lugar para celebrar el desfile: el famoso espacio de equitación Battesti de París, cuyo imponente techo de cristal y hierro es obra de Gustave Eiffel. Por su parte, Pierre Paulin influye sobremanera en los estilos de la colección, de los que Sophie Delafontaine destaca su enfoque innovador aplicado a líneas, funciones, colores y materiales, y que se conjuga con el espíritu creativo de Longchamp. Por ello, muchos looks incluyen esta cualidad sensual y envolvente que recuerda a las curvas de un sofá Paulin y, por otra parte, los acolchados y las superposiciones son igualmente elementos destacados. Varios looks incluyen chalecos acolchados de cuero de cordero suave, mientras que los crop tops de cashmere se combinan, por ejemplo, con camisas denim. Por otro lado, los suéteres de cuello alto de lana estilo años 70 aparecen debajo de camisas, trajes y vestidos.

Mica Arganaraz ha abierto el desfile con una chaqueta tipo safari negra con cinturón sobre un suéter rojo ajustado y unos mini shorts blancos, todo ello combinado con botas de agua negras y calcetines largos rojos. Tanto la paleta de colores, a la vez ecuestre y parisina en su máxima expresión, como las proporciones serán algo recurrente a lo largo de todo el desfile. Para equilibrar este estilo deportivo, se presentan vestidos vaporosos de corte midi o pantalones cropped con botas altas de tacón, con lo que se consigue un look eminentemente femenino y que muestra las varias caras parisinas de Longchamp. Destaca un vestido de cuero realizado en piel cordero rojo con coquetos volantes combinado con un top ajustado blanco y botas blancas, y también una chaqueta y pantalón de ante a juego en color caramelo. Otros estilos más casual lo marcan dos trajes masculinos XXL en rosa peonía y en pana suave gris, presentados con mocasines blancos adornados con cadenas gruesas de acetato, donde tanto colores como los accesorios te transportan directamente a los años 60 y 70.

El ambiente cálido y envolvente de la colección se traduce también en los bolsos estrella de la temporada: el Brioche y el Le Pliage® Cuir. El primero, tan suave como el famoso bizcocho francés, está disponible en denim, en shearling sintético y en colores vistosos acolchados que hacen referencia a las líneas sinuosas de una silla de Pierre Paulin. El emblemático Le Pliage® ha sido reinterpretado en una nueva versión acolchada en cuero de cordero, tanto en su forma clásica como en una mochila con cierre de cordón ajustable. Por otro lado, el icónico Roseau consigue un nuevo aspecto vintage gracias a una cadena y cierre de acetato, al mismo tiempo que Sophie Delafontaine rescata el cuero granulado de la línea Le Foulonné, herencia Longchamp, con forma de un bolso cuadrado depurado que se balancea ligeramente en los hombros de las modelos.

Como broche final, el accesorio imprescindible de la colección consiste en un bucket de jacquard con el motivo LPG que capta tanto la energía divertida como el encanto misterioso de la mujer parisina Longchamp.

Directora Creativa: Sophie Delafontaine Hair: Odile Gilbert
Maquillaje: Karin Westerlund
Música: MODE-F

Director de cásting: Piergiorgio Del Moro
Modelos: Mica Arganaraz, Maggie Chen, Gemma Francis-Burnett, Sofia Hansson, Malika Louback, Sculy Mejia, Lola Nicon, Ashley Radjarame, Mika Schneider, Vilma Sjöberg, Tomiwa