Los alumnos que estudiarán el caso catalán están especialidades en estudios de microeconomía y competitividad empresarial de cursos de MBA y másteres en Administración Pública (MPA), además de alumni de estos cursos y de estudiantes de un centenar de universidades internacionales que colaboran con la Harvard Business School, que también tendrán acceso al estudio del caso catalán.
El consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent i Ramió, aseguró durante el encuentro que “la política de clústeres es un activo de éxito y es muy importante para el Gobierno y para la competitividad de la economía catalana. En los últimos tres años, 400 nuevas empresas se han sumado a los clústeres, ganando músculo de cara al futuro”.
Torrent destacó que “las empresas cada vez tienen una cultura empresarial de más trabajo en equipo, de mirar a su entorno y hacer un esfuerzo de generosidad para trabajar conjuntamente para encontrar soluciones más eficientes para todo el mundo”. En este sentido, el titular de Empresa y Trabajo dijo que “estamos atentos al dinamismo y pluralidad del tejido empresarial catalán, por eso estamos abiertos a incorporar nuevos clústeres a medida que se consoliden nuevos sectores empresariales en el futuro”.
Por su parte, el experto de la Harvard Business School subrayó que “Catalunya es una referencia global en la política de clústeres. Muchas regiones del mundo pueden aprender de cómo se han adaptado las políticas públicas y las estructuras de los clústeres a los cambios económicos y globales a lo largo de los últimos treinta años”.
Ketels, un referente mundial en el ámbito de la competitividad empresarial, explicó que “hoy en día, Catalunya tiene una estructura de clústeres que funcionan desde el sector privado, mientras desde el gobierno, a través de ACCIÓ, se los apoya con una visión global de qué sectores caracterizan mejor el tejido económico catalán. Por eso, esta política es un claro y efectivo ejemplo que puede servir de aprendizaje para otras regiones”.
El caso de estudio analiza la evolución de la política de clústeres en Catalunya impulsada por ACCIÓ -la agencia para la competitividad de la empresa del Departamento de Empresa y Trabajo- desde el 1992. Así, destaca que ‘pocas iniciativas se han mantenido durante un periodo de tiempo tan largo’ y los ‘fuertes indicios que este éxito al mantener activo este programa refleja el valor que aporta en Catalunya y su economía’.
Precisamente, la colaboración del clúster de la piel con ACCIÓ se remonta a los primeros años de la política de clústeres en Catalunya. De la mano del consejero Antoni Subirà, considerado el padre intelectual de la política de clústeres en Catalunya, y de Emilià Duch se implementó un proyecto transformador para hacer frente a los retos que tenía el sector de la piel a principios de los años noventa.
La colaboración público-privada iniciada entonces y basada en un nuevo enfoque estratégico para continuar siendo competitivos, derivó en la construcción y puesta en marcha de la depuradora de Igualadina de Depuración y Recuperación (IDR), uno de los ejemplos más ilustrativos de la ventaja de formar parte de un clúster.
El trabajo de ACCIÓ con el clúster de la piel fue reconocido por todo el mundo, ya que fue el primer caso de un clúster catalán que se estudió en la prestigiosa universidad americana de Harvard.
El caso del clúster de la piel en Harvard se publicó en febrero de 1995 y una segunda parte del caso se actualizó años después por la escuela internacional de negocios IESE.
Leather Cluster Barcelona es un entorno de cooperación competitiva para promover proyectos estratégicos transversales y transformadores con el objetivo de impulsar el ecosistema del sector de la piel catalán. El clúster es una entidad acreditada dentro del programa Catalonia Clusters y cuenta con el apoyo de Acció.