En 2022, la industria del calzado de la UE representaba a alrededor de 20.000 empresas de calzado en todo el continente, empleando a unas 250.000 personas. Los principales objetivos de la Confederación Europea del Calzado (CEC) son mejorar la competitividad y el crecimiento de las empresas europeas de calzado, promoviendo sus intereses y valores. Con ese fin, contribuir al desarrollo de las habilidades que necesita el sector y fomentar la transición a la sostenibilidad y la digitalización.
Durante su intervención, Rosana Perán, informan fuentes de la CEC, señaló que su principal desafío será promover la Industria 5.0, una nueva revolución industrial basada en la transformación de las empresas desde un punto de vista humanista. Al mismo tiempo, aseguró que las nuevas tecnologías e innovaciones no reemplazarán a los trabajadores, sino que les permitirán adquirir habilidades complementarias, ayudando a las empresas a garantizar su crecimiento y el desarrollo de carreras profesionales de talentos.
Además, subrayó que «también necesitamos trabajar activamente en la sostenibilidad social en la industria del calzado. Esto debe basarse en tener en cuenta los aspectos éticos y sociales a lo largo de la cadena de producción y consumo de calzado». Añadió que «esto significa considerar no solo el impacto ambiental, sino también las condiciones de trabajo, la equidad y el bienestar de las comunidades involucradas en la producción», todos los factores que son cruciales para la industria europea del calzado hoy en día.
Bajo el liderazgo de Rosana Perán, la CEC, explican desde esta organización, continuará promoviendo los intereses de las empresas europeas de calzado para garantizar que las iniciativas de la Unión Europea les ayuden a adaptarse a la transformación industrial sostenible y digital. Se asegurará de que sus voces sean escuchadas para que la UE siga siendo un socio comercial abierto y confiable, al tiempo que establece normas claras y justas para todas las partes interesadas. La CEC también continuará sus esfuerzos para atraer a las generaciones más jóvenes al sector y trabajará en iniciativas europeas para mejorar las habilidades de la fuerza laboral actual y futura.
Por último, la nueva presidente recordó que «en los últimos 10 años, la CEC ha liderado 25 proyectos europeos que apoyan la aplicación de las políticas de la UE y facilitan la colaboración en toda Europa. A partir de ahora, me enfrento al emocionante desafío de seguir transformando la industria. Un sector que se enfrenta a muchos desafíos, pero también a oportunidades, y sus asociaciones miembros desempeñan un papel relevante en la preparación y movilización de las empresas, facilitando el intercambio de información y mejores prácticas entre los miembros de la industria para mejorar su competitividad y eficiencia».