“La recuperación está todavía muy lejos, aunque la atenuación de la virulencia pandémica es capaz de hacer
vislumbrar la luz al final del túnel", explica Siro Badon, presidente de Assocalzaturifici.
Si en el frente exterior el repunte de marzo fue suficiente para informar los resultados del trimestre al menos sobre los valores de la primera parte de 2020, no así en el mercado nacional, donde el cierre de tiendas en centros comerciales durante el fin de semana, una medida eliminada recién el pasado mes de mayo, indujo una mayor disminución en las compras de los hogares en comparación con los primeros 3 meses del año anterior. Los tiempos de recuperación no serán cortos, con fuertes consecuencias en la selección entre las empresas y disminución de puestos de trabajo. En concreto, la producción destaca en el primer trimestre una disminución del -6,4% en enero-marzo de 2020 e incluso alrededor del -30% en el mismo período pre-pandemia de 2019.
"En el mercado nacional, las compras muestran un descenso del -3,5% en cantidad y en un -6,9% en términos de gasto, con una brecha de más del -20% respecto a hace dos años”, señala Badon.
El informe Assocalzaturifici también indica el precio medio por par de compras del hogar. Los italianos disminuyeron en el primer trimestre un -3,5%, debido al mayor peso, sobre el total, de calzado y zapatillas de ocio, con un valor medio inferior al de las ocasiones y formal. Solo el calzado deportivo y las zapatillas deportivas muestran una recuperación en el consumo (+ 7,8% en volumen), aunque decididamente parcial.
En el frente de las exportaciones, hay un aumento de los flujos a Suiza (+ 13% en cantidad) y Francia (+ 8% en cantidad), ambos vinculados a la subcontratación realizada para marcas internacionales de lujo, y fuera de Europa, crecimiento en China (+ 44,4% en volumen y + 74,8% en valor durante los primeros 3 meses de 2020), que afectó en particular a la parte superior del rango (el precio medio hacia este mercado creció un 21%), premiando así sobre todo a las grandes marcas de moda. Para favorecer estos desarrollos, la expansión económica del país, el gasto del consumidor después de las restricciones sufridas durante la emergencia sanitaria, y el ingreso directo de mercancías que anteriormente pasaban por Hong Kong (que de hecho registró una contracción del 11,4% en el calzado en Made in Italy). Las exportaciones actuales a China están muy por encima de los niveles de 2019 pre-Covid (+ 11,2% en volumen y + 24% en valor).
“A estas actuaciones positivas -continúa Badon- contrarresta los ritmos lentos de algunos importantes mercados de salida tradicionales, como Alemania (-0,8% en cantidad), EE. UU. (que tras perder un 30% en 2020 en el primer trimestre un modesto + 3,5% en volumen, con un -8,6% en valor) y España (-5,9% en cantidad), más el desplome de las ventas en Reino Unido (más de 40% respecto a enero-marzo del año pasado) ".
La balanza comercial de los primeros 3 meses es superávit por 1,13 mil millones de euros (+ 11,2%), aunque sigue bajando un -4,3% en comparación con dos años atrás.
A nivel regional, surge una tendencia desigual. Entre las 7 principales regiones exportadoras, considerable recuperación del valor de la Toscana (+ 28,7% en enero-marzo de 2020) y tendencia sin embargo, positivo para Veneto (+ 6.2%), Piamonte (+ 11.5%) y Puglia (+ 2.5%). La Marche (-11,7% a nivel mundial, con Fermo y Ascoli cayendo de nuevo, -16,5% y -22,7% respectivamente, y un tímido + 4,5% para Macerata) y Emilia Romagna (-32,1%, con el colapso de los flujos de Piacenza relacionados con la logística, -80%, y Forlì-Cesena sin cambios, + 0,5%), en cambio, tienen retrocesos. Lombardía se mantuvo casi estable (-0,7%).
Todos, sin embargo, con la excepción de Piamonte, están aún por debajo de los valores de exportación anteriores a Covid 2019.
En el ranking por provincias, cabe mencionar los datos de Florencia (+ 44%, con un + 16% también en el primer trimestre de 2019), firmemente en el primer lugar (con una participación del 18,2% del total nacional). Sin embargo, al leer estos datos, deben tenerse en cuenta las distorsiones producidas en caso de discrepancia entre la provincia / región de producción y el posterior envío. Esto explica el fuerte crecimiento reciente (gracias a los nuevos asentamientos logísticos, a menudo vinculados a ventas online o depósitos de multinacionales de lujo) de exportaciones desde territorios donde, tradicionalmente, la producción de calzado no está arraigada; así como colapsos repentinos.
Finalmente, en cuanto a la demografía de las empresas, a finales de marzo había en Italia 4.097 fábricas de calzado activas, entre industria y artesanía (55 menos que en diciembre de 2020, correspondientes a -1,3%) y 71.644 empleados (-238, igual a -0,3%). En cuanto a los fabricantes de componentes para el calzado, los saldos negativos del balance final de 2020 ascienden a -123 empresas y -587 empleados. Datos que despiertan cierto temor por la estabilidad ocupacional de los próximos meses.