Hay quien dice que el mundo gira siempre en torno a una moda: la moda de vestir, un mercado se pone de moda, una acción financiera, un actor o actriz, un grupo musical ¿Pero, qué hace que algo se ponga de moda? Sin duda se necesitan dos cosas, que sea atractivo y que sea comentado. Del actor o actriz es obvio, pero no lo es menos de un mercado financiero que, por ejemplo, llevaron a valoraciones imposibles el mundo “.com” a principios de la década pasada. Ahora bien, tan importante es estar de moda como peligroso es “pasar de moda” o, en el mundo financiero, pinchar la burbuja.
En el mundo de los negocios por internet pasa lo mismo. El modelo de negocio estrella del 2008 al 2010 era el outlet que permitió que una oferta necesitada (originada por los excesos de existencias) encontrara su demanda. Hubo trimestres donde proliferaban a razón de negocio nuevo por semana. Saturaron la red al igual que nuestros buzones de correo electrónico. Mientras se enfría este nicho y el mercado selecciona a los mejores, como siempre hace, el consumidor ya ha cambiado sus usos y costumbres de consumo. Hoy es más generalista y basa su proceso de compra en la necesidad frente al impulso, en la comodidad de la variedad y temporada, frente a la oferta concentrada y pasada.
Esta corriente es la que ha hecho dar el salto definitivo a la red a grandes cadenas que han esperado a que su cliente pidiera a gritos su página web: hoy el grupo Inditex se une a su experiencia piloto de Zara con todas sus marcas, mientras Cortefiel y Mango se consolidan definitivamente en el medio.
Pero todavía falta un componente que el cliente necesita y es no estar saltando de web en web, de proceso de compra en proceso de compra, poder encontrar sus marcas relevantes, todas juntas y sentirse libre al comparar distintos estilos. Junto a eso, hoy se demuestra que en el océano de la red, para ser visto y encontrado, nos valen estrategias similares a las realizadas en el medio físico: de la misma manera que una cadena procura estar en todas las calles y centros comerciales de una ciudad, en la web deberá poder abrir su tienda allá donde vaya a estar su cliente.
¿Pero dónde está su cliente? ¿Dónde puede abrir su tienda? La nueva corriente de negocio pasa por construir una plataforma que respete la imagen de cada marca sin limitarse a un listado frío e infinito. El consumidor final se enfrenta a un único proceso de compra, un único envío, una web con la que puede interactuar (web 2.0) y donde encontrar sus marcas relevantes.
Hoy marcas de primera línea como Flamenco, El Ganso, Neck & Neck, Nido encuentran valor en este modelo. Una de las primeras experiencias de este tipo de modelo en España es www.yigibee.com, una plataforma on-line que permite cerrar este círculo de necesidades, como en su momento hizo el outlet, con una propuesta de valor segmentada y focalizada en la mujer, mientras garantiza un respeto y exquisito trato a la marca.
Si los 80 fueron el nacimiento de los centros comerciales hoy veremos ideas como Yigibee proliferar especializándose y segmentando a su público objetivo. Esta plataforma pretende aunar todo aquello que sea de interés para la mujer proporcionando valor a sus clientes y marcas al mismo tiempo.
El negocio del comercio electrónico en España, según datos CMT, mantiene el crecimiento en los dos dígitos, tendencia que no se ha alterado en los últimos 10 años, sólo hemos visto pasar distintas modas y formas de crecer: hoy Yigibee está de moda, esto implica un paso determinante en la evolución del consumidor y la marca en el medio on-line.
