El sector europeo de los textiles y la confección, uno de los pilares históricos de la industria continental, se encuentra en un momento decisivo. Con 192.000 empresas y 1,3 millones de trabajadores que generan 167.000 millones de euros al año, esta industria enfrenta una combinación de desafíos sin precedentes: competencia global desequilibrada, presión de los modelos de fast fashion y la exigente doble transición ecológica y digital.
Ante esta coyuntura, EURATEX (la Confederación Europea de la Industria Textil y de la Confección) e IndustriAll Europe (la federación sindical europea que representa a los trabajadores del sector) han lanzado una declaración conjunta reclamando una acción inmediata a nivel de la Unión Europea.
El documento, titulado “Urgent European Industrial Strategy Needed for the Textiles and Clothing Sector”, advierte de que, sin una respuesta coordinada, Europa corre el riesgo de perder su competitividad, su conocimiento técnico y miles de puestos de trabajo.
Un llamado a una estrategia industrial europea firme y coherente
Las dos organizaciones, que representan conjuntamente a empresarios y trabajadores, piden una estrategia industrial europea específica para el sector textil-moda, que permita avanzar en la transición verde y digital sin sacrificar empleo ni tejido productivo.
Según su comunicado, las medidas deben centrarse en seis grandes líneas de actuación:
-
Competencia global justa: poner fin a las prácticas desleales y a los modelos de fast fashion basados en salarios precarios y explotación laboral, garantizando que la sostenibilidad social sea parte integral del mercado europeo.
-
Consumo sostenible y responsable: impulsar campañas de sensibilización y favorecer la producción ética dentro de la UE, incluyendo incentivos fiscales y criterios sociales y ambientales obligatorios en la contratación pública.
-
Seguridad energética: asegurar el acceso a energía limpia y asequible para empresas —en especial pymes— y trabajadores, apoyando una transición justa que no destruya la industria existente.
-
Diseño y transparencia: adaptar la Regulación de Ecodiseño y el Pasaporte Digital de Productos para que sean comprensibles y aplicables tanto por consumidores como por pequeñas empresas, con participación activa de los interlocutores sociales en su desarrollo.
-
Inversión en personas y formación: reforzar la formación profesional (VET), los programas de aprendizaje y reciclaje profesional, y garantizar salarios dignos, condiciones laborales justas y derecho a la negociación colectiva. La digitalización y la sostenibilidad deben integrarse en todos los programas de capacitación.
-
Coordinación territorial y diálogo social: alinear políticas nacionales y regionales mediante un diálogo social sólido, garantizando que ningún trabajador, región o sector quede atrás en la transformación del textil europeo.
Dirk Vantyghem, director general de EURATEX, lo resume así: “Necesitamos una estrategia industrial europea más firme, que refuerce la inversión en innovación y proteja nuestra economía frente a la competencia desleal.”
Transformación con justicia social
Tanto EURATEX como IndustriAll Europe coinciden en que la modernización de la industria textil debe producirse sin erosionar los derechos laborales ni la integridad industrial de Europa.
En palabras del comunicado conjunto, “la transformación del sector debe basarse en un diálogo social de calidad, que permita una evolución sostenible, equitativa y competitiva a nivel global”.
La industria europea de la moda y el textil se muestra dispuesta a liderar esta transformación, pero advierte que necesita un marco político claro, coherente y ambicioso para hacerlo posible. De lo contrario, el continente corre el riesgo de perder uno de sus sectores manufactureros más emblemáticos, caracterizado por la innovación, la calidad y la sostenibilidad.
El comunicado concluye con un mensaje rotundo: “El momento de actuar es ahora.”
