El Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya prevé que los comercios catalanes facturen estas Navidades un 10% más que en la campaña del pasado año. Ésta es la previsión más destacable con la que trabaja la Dirección General de Comercio de cara al periodo navideño y que, en conjunto, hacen que la Navidad se vea “con ilusión a pesar de la incertidumbre”, en palabras del director general, Jordi Torrades i Aladrén. Asimismo, la previsión es que el número de personas contratadas se acerque a cifras de 2019, la última Navidad antes del estallido de la Covid-19.
Torrades considera que las previsiones de ingresos deben valorarse de forma equilibrada, ya que “este crecimiento durante los meses de noviembre, diciembre y enero puede servir para compensar la reducción de los márgenes comerciales que se deriva de la subida de los costes energéticos y de las mercancías”.
Unos gastos que afectan a todos los comercios, si bien el grado de afectación es desigual en función del ámbito en el que operan. El sector alimentario es de los más afectados: pese a que hasta octubre sus ventas habían crecido un 8,9% respecto al pasado año, la subida de costes acaba situando el resultado en un -0,2%. Pero en el sentido contrario, los establecimientos de equipamiento de la persona logran retener un incremento del 12,4% en el mismo período respecto a 2021 ya con los sobrecostes aplicados.
Prudencia en el consumo
En cualquier caso, aunque desde Comercio se constata que las familias tienen este año un presupuesto ligeramente superior, un contexto mundial marcado por los costes energéticos, la inestabilidad geopolítica, la inflación y el riesgo de la recesión económica invita a la prudencia también en materia de consumo. En consecuencia, el director general considera que «el contexto nos llevará una campaña navideña marcada por la racionalización» en el comportamiento de compra, con un mayor aprovechamiento de ofertas y promociones, una reducción de la compra por impulso y la priorización del hogar por encima de la restauración, entre otras prácticas.
La digitalización sigue avanzando
En cuanto a los datos sobre los canales de venta, éstos muestran cierta estabilización, después de la pandemia. Por ejemplo, la explosión del comercio online, lógica teniendo en cuenta las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, derivará en una situación más equilibrada, donde la venta online y entrega a domicilio cederá terreno a los canales tradicionales.
«Pero esto no significa que el ecommerce y la digitalización de los comercios en cuanto a su operativa se pare: todo lo contrario», alerta el director general. De hecho, los últimos datos del Idescat muestran la buena salud del mundo digital en el ámbito del comercio: el 57,1% de la población catalana ha adquirido algún producto por internet en los últimos tres meses. Esto contrasta con el hecho de que sólo 4 de cada 10 comercios catalanes de más de 10 trabajadores están vendiendo productos online.
Es por todo esto que Torrades pone en valor las ayudas que el Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda ha puesto recientemente en marcha y que, dotados con Fons Next Generation, pretenden incidir en una transformación digital del sector enfocada no sólo a los canales de venta sino también en su operativa. Estas subvenciones, dirigidas tanto a pymes comerciales como a asociaciones o entidades del sector, «quieren suponer ser un salto exponencial en la incorporación de herramientas digitales por parte del comercio catalán».
