El primer par de botas Dr. Martens se lanzaron en abril de 1960. Con la costura amarilla que le caracteriza, la suela robusta y el tacón con plataforma, estaban destinadas a la clase trabajadora, especialmente para policías y mensajeros. Gracias a su comodidad durabilidad y ligereza se han convertido en líderes del mercado.
 
La silueta y características de las Martens permiten customizar y personalizar cada modelo. Su durabilidad y confort hacen que sea el complemento ideal para el estilo callejero. Elevándolo al ámbito emocional, más que un simple complemento son una actitud y demostración de poder.
 
La fábrica de Northamptonshire donde todo empezó sigue existiendo en el pueblo de Wollaston. Los productos se fabrican de manera artesanal por pequeño equipo especializado en el arte del calzado y el proceso único que hace que las Dr. Martens sean únicas en la faz de la tierra.