Declaración del ecosistema estatal de Moda Sostenible
Ahora que llega el tiempo en que nos llaman al consumo desenfrenado, y esa dichosa fecha oscura y postiza, pues nada tiene que ver con nuestra cultura, queremos compartir algunas ideas e invitar a la reflexión.
Precisamente ahora que a cualquier cosa le ponen la etiqueta “SOSTENIBLE”, desde el ecosistema estatal de Moda Sostenible hacemos un llamamiento al CONSUMO RESPONSABLE, que es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados en la ONU para la Agenda 2030.
En medio de una gravísima crisis económica sin precedentes desde la II Guerra Mundial, con millones de personas pobres o en riesgo de exclusión social, otras tantas en situación de desempleo, en suspensión temporal de actividad (ERTE), o bien con la incertidumbre de perder el empleo y no poder sobrevivir a esta situación (como en el caso de los autónomos), es una grave irresponsabilidad empujar a las personas hacia el consumo irracional, para que sigan esos irresistibles cantos de sirena que nos envían los expertos en marketing desde los grandes medios de comunicación de masas.
Queremos hacer un llamamiento a consumir solo lo necesario: en primer lugar, porque no tiene sentido comprar compulsivamente, en esa espiral frenética y absurda de producción-consumo que destruye a su paso los recursos del planeta y el medio ambiente, como un huracán; y en segundo lugar, resulta que es precisamente el ahorro lo que puede salvar nuestras maltrechas economías familiares. Por otro lado, el tejido empresarial de España se compone de pymes y empresas individuales o autónomos (un 95%). Es responsabilidad de toda la población impulsar el pequeño comercio local en nuestras ciudades y barrios, los más afectados por esta crisis, que nos prestan servicios de proximidad al lado de casa, ahora más necesarios que nunca, pero muy poco valorados.
En esta sociedad de consumo, nuestra decisión en cada acto de compra tiene más valor que un voto, y de nosotros depende resistir los encantos de la publicidad que nos llama al consumo irracional e irreflexivo (incluso aunque no necesitemos nada), pagada por grandes fortunas multimillonarias, los encantadores de serpientes que solo piensan en su propio beneficio, que se concentra en unas pocas manos multinacionales, en vez de repartirse entre nuestros pequeños negocios.
Por la supervivencia de nuestro comercio local, la prosperidad de nuestras ciudades y barrios, así como el apoyo a los pequeños emprendedores y proyectos que están impulsando un nuevo modelo de producción y consumo responsables, poniendo en el centro a las personas y el planeta: ¡NO AL BLACK FRIDAY!