El manifiesto de la piel, escrito por las organizaciones, desafía a la Cop26 a reconocer las características cíclicas y climáticamente eficientes de las fibras naturales y su potencial para reducir los impactos climáticos de los productos de consumo.
“Las fibras naturales como la piel, el algodón, la lana, el mohair, la alpaca, la seda, el cáñamo y el micelio son parte del ciclo del carbono biogénico y, como tal, están compuestas por carbono que ha estado en la atmósfera durante milenios”, afirma el Manifiesto de la piel. “Estas materias primas fácilmente disponibles, cuando se producen de manera ética y adecuada, son un reemplazo importante para los combustibles fósiles, reduciendo la necesidad de su extracción y reteniendo más carbono en la tierra. Además, al final de su vida útil, los materiales naturales producidos adecuadamente se biodegradarán, limitando su impacto y mitigando las emisiones nocivas, como la contaminación por micro plásticos, a menudo asociada con materiales sintéticos”.
El Manifiesto señala además que los materiales naturales, como la piel, a menudo se descartan por una falta de conocimiento del proceso de fabricación y su cadena de suministro, o por la aplicación de ciencia cuestionable generalmente en forma de evaluaciones del ciclo de vida incompletas, incomparables o desactualizadas Los materiales sustitutivos, a menudo alternativas sintéticas basadas en combustibles fósiles, utilizan esta confusión para hacer afirmaciones infundadas sobre su sostenibilidad.