El primer día del año que ahora iniciamos viene con cambios para las empresas textiles de la comarca del Maresme, informan fuentes de la Asociación de Empresarios de Género de Punto de Mataró y Comarca (Asegema). Cambios que, en principio, «nos obligarán a apretar el cinturón, como ya venimos haciendo con bastante asiduidad de un tiempo hacia aquí, ya lo largo de nuestra historia», señalan desde Asegma.
«Esta vez es el agua el factor que nos inquieta», indican. El agua industrial residual y el rastro que deja el color cuando los tintoreros y estampadores desarrollan su actividad fabril. Hasta ahora, la ‘exención de color’ permitía a las empresas afectadas un cierto margen sobre el que se pagaba un impuesto para poder superar eventualmente los topes de color en el agua marcados por la Administración, y esto se ha incorporado desde desde hace tiempo en los escandallos de las empresas textiles de forma que, se ha logrado equilibrar la balanza de gastos e ingresos, manteniendo ciertos márgenes.
El 1 de enero de 2025, es el día clave: ¡no hay más exención de color! Y desde el Consejo Comarcal del Maresme han lanzado una nueva ordenanza que cambia las reglas del juego, en observancia del propósito de la Generalitat de actuar en línea con los requerimientos que vienen y vendrán de Europa. Esta nueva postura de la Administración multiplica el precio del canon del agua por cuatro, así de repente. ¡Imposible mantener márgenes, para las empresas afectadas!
«Y por supuesto, una medida como ésta, no queda aquí: todo su efecto se despliega a lo largo de toda la cadena de valor, y en consecuencia, se tendrá que repercutir este aumento en el precio final de la producción, que se arrastrará hasta el producto final», advierten desde Asegema.
«Debemos ser sostenibles, nos dicen, y cuidar el medio ambiente e implantar medidas que nos permitan un buen trato de los recursos naturales como el agua, en nuestra industria. Debemos serlo, sí, sostenibles, y también preservar la industria que nos surte de productos necesarios o de los que dependemos en mayor o menor medida, y que también es capaz, aún y contra pronóstico, de crear puestos de trabajo y mantenerlos , y de contribuir pues, a un equilibrio social en su área de influencia», reflexionan desde Asegema.
En esta línea, dicen desde la organización, «el empresariado textil del Maresme es resiliente, y sistemáticamente resiliente, porque engaza una tras otra. Si hace pocos meses eran los elevados costes de la energía debido a la guerra de Ucrania, después fue la sequía y ahora es el coste del agua industrial en sí misma, sin guerra, sólo en un proceso de introducción de buenas prácticas que, quizás, por demasiado buenas, podrían ser capaces de desmontar todo un sistema productivo que apuntala al modo de vida de la comarca, con el que no ha podido ni la pandemia».
Así las cosas, añaden, «el sector lleva un montón de años que estudia y prueba y ensaya, las más variadas fórmulas para ser menos contaminante, más respetuoso con el medio, más sostenible, y para pasar cada vez más desapercibido: la ‘fábrica’ no se debe notar, no tiene buena prensa, pero el producto final debe deslumbrar y goza de todos los privilegios. Ahora bien, es importante recordar que la fábrica hace y produce lo que le piden, no lo que quiere».
Conclusión: «el conflicto está servido y las expectativas abiertas», resumen desde Asegema. «En este escenario, se convirtió en un encuentro en la sede de Asegema que nos permitió a todos los implicados poner las cartas sobre la mesa, y debatir abiertamente las posiciones de una y otra parte. Esto ocurrió el pasado miércoles. Y en la sede de Asegema nos concentramos un buen número de personas representantes del empresariado textil del Maresme, consultores y representantes de la Administración para tratar esta cuestión. El debate fue intenso y muy rico en información por un lado y otro, con argumentos a favor y en contra de la medida y con el convencimiento de que el medio ambiente es, indudablemente, cosa de todos», informan fuentes de la organización.
«Gracias a ello, hemos conseguido compromisos que deben permitirnos seguir luchando por hacer las cosas mejor, en términos de sostenibilidad, pero sin olvidar que mantener los equilibrios es importante, y que paulatinamente podemos cambiar las cosas, progresivamente, sin embargo. Así que la Administración se compromete a buscar vías para que la aplicación de esta medida pueda ser más paulatina, dando tiempo a las empresas a buscar más intensamente recursos y técnicas para mejorar los resultados de su gestión del agua. Los compromisos están ahí por ambos lados y con el ánimo de seguir adelante con esta acometida», informa Asegema.
A raíz de esta situación, Asegema ha emitido un comunicado oficial que ha hecho llegar a todas sus empresas asociadas y que puede consultar aquí. Asegema realizará un seguimiento cercano del desarrollo de este proceso, y toma parte activa en beneficio del colectivo al que representa que son las empresas textiles de la comarca.