De manera íntima y con su iPhone como única herramienta, la artista juega a crear una serie de autoretratos con sus prendas favoritas de la colección. Los característicos tejidos y volúmenes de Becomely se unen en perfecta armonía con el universo de Sophia.
Creo que Becomely y yo compartimos un espíritu romántico semejante, en el sentido más mágico y a la vez mundano de la palabra. Encajamos de forma orgánica, desde las ganas de jugar y de crear otras realidades, ambos funcionamos con mundos imaginarios que conectan con mundos terrenales. La colección te lleva a un mundo fantástico que aceptas como si fuera real y del que no saldrías si pudieras elegir no hacerlo. Afirma Sophia, dejando clara importancia de los elementos naturales en su obra: el bosque, el agua y los animales que habitan la masía menorquina en la que reside.
Como único escenario, encontramos esta magnífica casa de paredes blancas en Menorca, un lugar inspirador, repleto de creatividad y naturaleza, en el que Sophia pasó su infancia.
"Es la casa donde me crié con mis hermanos. Mis padres llegaron a la isla a principios de los ochenta y se quedaron prendados de esta finca que los aislaba y los dejaba vivir en su burbuja, la fueron habilitando poco a poco: agua, luz, huerto, cabras, caballos… Aprendieron a llevar una casa de campo sobre la marcha. Comenta la artista.
Nosotros crecimos muy libres, recuerdo movernos a nuestro antojo por todo el terreno y vivir en un constante juego de exploración en el que íbamos además, permanentemente disfrazados. Crecer ahí me ha vinculado para siempre al campo, es donde más en casa me siento.
Me atrae la relación que se establece entre el ser humano y la naturaleza y el resultado de su convivencia y los elementos surgidos de ella, que son cotidianos y utilitarios. Me interesa el ciclo de cultivo y recolecta, el fruto sacado de su árbol sirviendo de alimento en la cocina, el fuego calentando la casa, la madera convertida en utensilio.
Y me hechiza la carga de energía de todos estos elementos de forma individual, lo que cada uno representa más allá del objeto en sí, lo que representa que el huevo haya sido fuente de vida y sustento desde hace siglos".
Sophia Pega