Prueba de esa convergencia es el nuevo espacio de Juan Vidal, que no estudio. Y es que el diseñador ha ido un paso más allá creando un espacio multiusos donde todo comienza y llega a su fin, desde el showroom o el atelier, hasta un estudio fotográfico para producir sus propias campañas e incluso para recibir a sus clientas a medida.
Su última colección Fortune es su tercer drop, una colección una nueva cápsula que rinde homenaje a la diosa de la Fortuna y la buena suerte en todas sus manifestaciones.
Una colección que mezcla dos estampados donde convergen diseño y moda a través del hilo de la fortuna. El primero de ellos representa la buena suerte en diferentes culturas, como la rana o las mariposas, por su capacidad de transformación; la flor de loto, asociada al renacer en China y la posibilidad de borrar el pasado para comenzar de nuevo. Lo hace a través de un tejido de fondo negro, ilustrando vestidos y pijamas de carácter oversized realizados en un twill reciclado.
Por otro lado, un pequeño guiño a la quiromancia, una técnica milenaria que consiste en leer las líneas de las manos para conocer el destino y que se hace a través del mantón de Manila, una prenda de marcado carácter femenino, relacionada con el folclore, y que evoca la buenaventura gitana. Plisados soleil y plisados cristal que ofrecen una nueva visión de este código, aportando un carácter de modernidad.