En este contexto nace el proyecto SoftManBot, todo un reto tecnológico que deberá crear un sistema robótico capaz de manejar piezas muy sensibles, a la vez que asistir al ser humano en la realización de las mismas.
"Durante el primer año de investigación, gracias a la colaboración de la empresa PLASTINHER, hemos definido y acotado el caso de uso específica de nuestro sector: la extracción de pisos inyectados de su molde, pudiendo realizar una simulación cercana al aspecto que tendrá el resultado final", explica José Francisco Gómez, responsable de robótica de INESCOP.
Para la realización de esta parte del trabajo, INESCOP ha montado un entorno real de pruebas donde testear las soluciones de una forma ágil.
Además, junto a la empresa PLASTINHER, INESCOP ha desarrollado un molde impreso 3D con el fin de facilitar su transporte y manipulación "y poder así compartirlo con el resto de socios del proyecto, ya que se trata de una herramienta muy útil", asegura Gómez.
El responsable del área de robótica, a pesar de que reconoce que aún queda mucho recorrido para conseguir realizar extracciones robustas y con destreza, se muestra optimista por haber conseguido realizar las primeras pruebas con éxito.
En este momento, INESCOP está trabajando en perfeccionar el prototipo de pinzas que permita un mejor agarre y manipulación del piso inyectado. Por su parte, AIJU está trabajando con la española JUEMA en una solución para la industria del juguete, concretamente, el desmoldado y montado de muñecas. La universidad francesa de SIGMA Clermont, trabaja con MICHELIN para robotizar el proceso de montado de ruedas. Y el Instituto Italiano de Tecnología (IIT), junto con la italiana DECATHLON, trabajan en una solución para la industria textil: robotizar el cosido de badanas para ciclismo. El resto de socios: ZIMER. STAM y la Universidad Sorbonne, trabajan transversalmente en todos los casos de uso.