Los materiales que se han estado utilizando en su confección son tejidos quirúrgicos facilitados por los propios centros sanitarios y hospitalarios. Una vez cortados y confeccionados los tejidos, y cosidas las gomas de sujeción, las mascarillas resultantes, que ya se cuentan por cientos, están siendo enviadas a los centros sanitarios próximos donde se esterilizan para su uso. Estos trabajos se están llevando a cabo de forma desinteresada.
Esta misma colaboración temporal se está también extendiendo tímidamente hacia otros cuerpos involucrados en la lucha contra el coronavirus, como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, partiendo de otros tejidos especiales suministrados por proveedores. Pero su movilización práctica va a seguir dependiendo tanto de la cadena de suministro de los tejidos necesarios para estas mascarillas como de la velocidad de reacción de la industria de equipos de protección individual.
Todo el sector, empresas y trabajadores, está aportando los medios que tiene a su disposición: materiales, máquinas de cortado automático y máquinas de cosido para ponerla al servicio de la lucha contra el coronavirus mientras dure la situación actual de desabastecimiento temporal de estas mascarillas.
Porque juntos venceremos.