La obra de Helena Rohner es mucho más que diseño, es un elogio de la naturaleza, una oda a la luz y a las formas que esta despierta. Sus obras son también un paisaje que a la vez son muchos: desde una luz de un atardecer desplegando toda la gama de tonalidades del rojo sobre un azul intenso del mar de fondo hasta diminutas piedras redondeadas y sensuales que aúnan fuerza y armonía o la calidez de materiales orgánicos como la madera, tres ejes sobre los que bascula la obra de esta creadora de origen canario.
Desde hace casi veinte años, Helena Rohner ha ido ampliando su universo creativo a través de objetos que trascienden a las modas, defienden la sostenibilidad, la artesanía, y resultan intemporales.
La joyería surgió como su primera vocación, y en sus piezas, que más que joyas son pequeñas obras de
arte o “tímidas esculturas”, fabricadas con materiales como la porcelana, la plata, la madera o el cristal.
Sus formas son contundentes y ligeras a la vez.
En su inspiración siempre se reconoce la naturaleza más pura, con sus formas orgánicas y ergonómicas, sin aristas, redondeadas por el tiempo. Fascinada por la luz y el color desde niña, en su paleta cromática declina todas las tonalidades posibles y recrea formas sencillas de una belleza elegante, intemporal y honesta. Sus colecciones de temporada son un juego sutil y constante que siempre varía pero sigue fiel a su esencia y al entorno creativo y social que la rodea, siempre respetando el carácter artesanal y sostenible de las mismas.
Desde sus comienzos, Helena Rohner ha ido integrando elementos que han ido enriqueciendo su obra: a las joyas le siguieron pequeños elementos en los que mostrar sus piezas y acabaron declinando en objetos decorativos o de diseño industrial. Fuera de contexto, esos objetos han ido derivando en otros, como recipientes, jarrones, lámparas, vajillas o alfombras.
El universo creativo de Helena Rohner refleja la honestidad de la artesanía más pura y reivindica el diseño “slow”, que conjuga en perfecta armonía la funcionalidad y la emoción de lucir objetos hermosos que hablan de nosotros y forman parte de nuestras vidas.
