¿Es esta noción de circularidad tan extraña a los sectores del TCLF? ¡En realidad no!
Tomemos por ejemplo la industria del cuero. El cuero se utiliza para una miríada de aplicaciones técnicas y de moda, desde calzado hasta bolsos, desde muebles hasta interiores de automóviles, desde guantes hasta pantalones y chaquetas. Y el cuero no es otra cosa que el reciclaje de un residuo de la industria cárnica. Los curtidores recuperan las pieles de los animales sacrificados para el consumo humano (¡porque no hay vaca, oveja o cabra que se mate por su piel!) y transformarlos en un material de producción hermoso, duradero y sostenible. La investigación y el desarrollo han llevado a innovaciones de procesos que permiten la recuperación del cabello para hacer fertilizantes orgánicos, de la carncar para producir biocombustible, de las divisiones para hacer colágeno y gelatina, y de los residuos de cuero para hacer un compuesto llamado "tablero de fibra de cuero" que endurece los revestimientos del calzado y los artículos de cuero. Pronto habrá cero residuos del cuero europeo.
También han surgido desarrollos similares en la industria textil. Piensa en este nuevo mundo de fibras emitidas a partir de celulosa y piensa en todos los nuevos materiales no tejidos que se utilizan hoy en día en muchas aplicaciones de moda como rellenos o alfombras. Pero hay mucho más…
Para los productores de calzado y prendas de vestir, el desafío es algo diferente. Para ellos, el punto es ante todo una cuestión de elección de materiales, alejarse de los insostenibles y concentrarse en aquellos con mejores credenciales ambientales. Pero hay más, aquí es donde entra en juego el diseño (ecodiseño). El futuro será para aquellos productos que logren minimizar los residuos de corte y donde los residuos inevitables se reutilicen y valoricen aún más en la producción de otros bienes más pequeños.
Sin embargo, todavía hay bastante trabajo por delante en los sectores de TCLF. La complejidad y multiplicidad de materiales y componentes dan lugar a tasas de reciclaje aún bajas. Pero con el apoyo de la investigación y las últimas tecnologías, estas industrias están listas y comprometidas a tener éxito. Lo que necesita ahora son jóvenes profesionales ambiciosos para hacer realidad esta aspiración.
Autor: Gustavo GONZÁLEZ-QUIJANO, COTANCE