La Asociación para la Gestión de Residuos del Calzado y Textil (Gerescal), entidad sin ánimo de lucro constituida como Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) del calzado y textil en España, ha publicado en su sitio web un completo análisis sobre las ventajas, riesgos y requisitos esenciales que deben tenerse en cuenta al reutilizar calzado de segunda mano. Asimismo, ofrece una guía detallada de inspección y limpieza previa al uso con el fin de proteger tanto la salud del pie como la seguridad e higiene de los usuarios.
Gerescal
Gerescal es una entidad establecida en España que agrupa a fabricantes, distribuidores e importadores de calzado y textil que voluntariamente desean cumplir con la Responsabilidad Ampliada del Productor impuesta por la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta normativa obliga a los productores a gestionar de forma responsable los residuos generados por los productos que comercializan, basándose en el principio de que quien contamina paga.
La asociación actúa como representante ante las administraciones públicas de sus miembros, gestionando la recogida, clasificación y valorización de los residuos del calzado y textil fuera de uso, con el objetivo de evitar su destino final en vertederos y fomentar prácticas de economía circular.
Ventajas de reutilizar calzado de segunda mano
Gerescal destaca en su análisis varios beneficios significativos del uso de calzado de segunda mano:
-
Ahorro económico: El calzado usado suele tener un coste menor que el nuevo, permitiendo a los consumidores acceder a modelos de mayor calidad con presupuestos reducidos.
-
Beneficios medioambientales: La reutilización contribuye a reducir la generación de residuos, disminuir la producción industrial y limitar el impacto ambiental asociado a la fabricación de calzado, uno de los sectores más intensivos en recursos.
-
Calidad ya comprobada: Un zapato que ha resistido un uso anterior y se encuentra en buen estado puede indicar un producto bien fabricado y duradero.
-
Acceso a modelos únicos: La segunda mano ofrece opciones de diseños descontinuados o vintage que pueden no estar disponibles en el mercado actual.
-
Prolongación de la vida útil: La reparación y reutilización del calzado fomenta prácticas sostenibles frente a la cultura del “usar y tirar”.
Desventajas y riesgos
No obstante, Gerescal también subraya varios aspectos negativos y riesgos potenciales que deben considerarse:
-
Riesgos biomecánicos: El calzado usado puede estar adaptado a la pisada de otra persona y su desgaste puede forzar al nuevo usuario a adoptar posturas incorrectas, provocando dolores en pies, rodillas, caderas o espalda.
-
Problemas de higiene: Aunque aparente estar limpio, el calzado puede albergar hongos, bacterias u otros microorganismos que incrementan el riesgo de infecciones cutáneas.
-
Desgaste oculto: Componentes importantes como la suela, amortiguación o soporte del arco pueden presentar un deterioro no evidente a simple vista.
-
Menor vida útil remanente: Al haber sido usado previamente, la duración futura del calzado será menor que la de uno nuevo.
-
Falta de garantía o devolución: Normalmente, el calzado de segunda mano no ofrece posibilidad de cambio o reclamación.
Recomendaciones de Gerescal para reutilizar calzado de forma segura
Para minimizar los riesgos asociados, Gerescal enfatiza la importancia de una correcta inspección, higiene y preparación del calzado antes de su uso:
-
Limpieza y desinfección: Se recomienda limpiar a fondo el calzado con soluciones desinfectantes, alcohol superior al 70 %, agua y jabón, o sprays adecuados antes de usarlo.
-
Evaluación estructural: Colocar los zapatos sobre una superficie plana y observar si se inclinan, revisar el desgaste de la suela y comprobar la plantilla interna para identificar hundimientos o deformaciones.
-
Plantillas nuevas: Cambiar las plantillas por otras nuevas puede mejorar tanto la higiene como el confort general.
-
Priorizar estado casi nuevo: Escoger calzado poco utilizado y sin deformaciones visibles y evitar su uso en personas con problemas ortopédicos específicos.
Conclusión
Gerescal recuerda que, desde una perspectiva podológica y de salud, lo ideal es que cada individuo estrene calzado adaptado a sus necesidades anatómicas particulares. No obstante, cuando se opta por reutilizar calzado de segunda mano, realizar una inspección rigurosa y aplicar medidas de limpieza e higiene adecuadas puede permitir aprovechar un producto de calidad con sostenibilidad, ahorro y responsabilidad ambiental.
















