En un contexto de desafíos profundos pero también de oportunidades transformadoras, los representantes de los trabajadores y empresarios del sector textil francés han unido sus fuerzas en el marco del proyecto europeo Stitch Together para redefinir el futuro de la industria. La culminación de este esfuerzo fue la firma de la Declaración de París, una hoja de ruta consensuada que aboga por un sector textil más competitivo, sostenible, inclusivo y basado en un sólido diálogo social.
Durante el seminario nacional celebrado en París los días 9 y 10 de julio de 2025, los interlocutores sociales —representantes de empleadores y sindicatos— discutieron durante dos intensas jornadas sobre cómo afrontar los retos actuales del sector: el aumento de los costes energéticos, la competencia desleal a nivel global, la inflación y el cierre progresivo de plantas de producción.
A pesar de estas dificultades, Francia mantiene su liderazgo mundial en la fabricación de productos de lujo y en textiles técnicos de alto valor añadido utilizados en sectores clave como la aeronáutica, el automóvil o la salud. Frente a este panorama, los firmantes de la declaración expresaron su voluntad compartida de fortalecer el tejido industrial nacional desde una perspectiva de colaboración y responsabilidad compartida.
Seis pilares para la transformación del sector
La Declaración de París, elaborada en el marco del proyecto europeo Stitch Together —financiado por la UE—, establece seis áreas prioritarias de actuación para asegurar un futuro justo y competitivo para la industria textil francesa:
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Reforzar el diálogo social
Los firmantes se comprometen a mantener un diálogo regular y de confianza entre empleadores y trabajadores, garantizando el funcionamiento adecuado de los órganos de representación y su legitimidad. -
Apoyar la competitividad del sector
Se destaca la necesidad de un entorno legislativo estable que permita a las empresas, especialmente las pymes, desarrollarse de manera sostenible y responsable, tanto en lo económico como en lo social. -
Impulsar una transición verde y circular
Se promoverá el ecodiseño, la relocalización responsable y la reutilización de materiales, integrando la eficiencia energética y los principios de la economía circular en toda la cadena de valor textil francesa. -
Invertir en formación, innovación y desarrollo de competencias
Se reforzarán los programas de formación sectoriales y el aprendizaje permanente, incluyendo rutas de recualificación para trabajadores afectados por los cambios estructurales del sector, especialmente aquellos relacionados con la digitalización y la inteligencia artificial. -
Mejorar la inclusión y el atractivo del sector
Se fomentará la incorporación de jóvenes, profesionales en reconversión y personas alejadas del mercado laboral, colaborando con escuelas técnicas, centros de formación, entidades públicas como France Travail y autoridades locales, en favor de empleos estables y de calidad. -
Garantizar un trabajo digno y el poder adquisitivo
Se reitera el compromiso con condiciones laborales justas, seguras y respetuosas con los derechos, luchando contra toda forma de discriminación y promoviendo la igualdad. También se propondrán soluciones colectivas para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente al aumento del coste de la vida.
Un pacto nacional por una transición justa
La Declaración de París no solo es una estrategia industrial, sino un manifiesto de cohesión social. Según Dirk Vantyghem, director general de EURATEX (la patronal europea del textil), “la declaración envía un mensaje potente: las transiciones que vive la industria textil deben ir de la mano del diálogo social. Esta alianza demuestra cómo la cooperación puede proteger empleos, fortalecer capacidades y aumentar la competitividad”.
Por su parte, Judith Kirton-Darling, secretaria general de IndustriAll Europe, subrayó que “el sector textil francés cuenta con un ecosistema de diálogo social bien establecido, lo que es una gran ventaja para anticiparse a las transformaciones necesarias en el ámbito verde y digital”.
Actualmente, la industria textil francesa emplea a unas 58.550 personas, repartidas en 2.400 empresas, en su mayoría pequeñas y medianas. El sector de la confección aporta otros 27.700 empleos a través de 1.710 compañías, según datos de la Union des Industries Textiles y DARES.
Con esta declaración, los actores del sector no solo reafirman su compromiso con la transición ecológica y digital, sino que también sientan las bases para un modelo industrial que combine tradición y modernidad, saber hacer y tecnología, sostenibilidad e inclusión.















