La elegancia cotidiana del vestuario italiano, su conexión con la sensibilidad caribeña y el glamour atemporal de las estrellas de la Edad de Oro se presentan, esta temporada, en armonía. “Todo está conectado por el océano”, explica Davis. “Y esa idea del agua como vínculo entre personas y lugares me llevó a fijarme en los marineros y en los espacios que navegaban para descubrir nuevos comienzos.”
Rayas y estampados náuticos, rescatados de los archivos de Ferragamo, se aplican en vestidos tipo pañuelo de seda y en prendas de punto fluidas, cuyas formas relajadas evocan la silueta alargada de los años 20. Las telas de bouclé y los vestidos drapeados remiten al espíritu del glamour de la Edad de Oro, aunque sus siluetas se reinterpretan con una claridad contemporánea. Detalles discretos —como cierres anudados en camisas o en los hombros de los vestidos, botones de cuerno auténtico, herrajes Gancini, ojales metálicos de estilo náutico y patrones en punto— se inspiran en la estética de los uniformes de marinero, mientras que los tejidos naturales con acabado técnico aportan texturas orgánicas y modernas. La paleta de colores, marcada por bloques audaces, se inspira en el Caribe, mientras que los estampados degradé evocan marcas de agua en la orilla o un horizonte infinitamente abierto.
A lo largo de la colección, las camisas se presentan en nuevas proporciones y siluetas: tanto en cortes relajados como más estructurados, con cuellos marinero y mandarín, ya sea como vestidos o combinadas con trajes. El algodón también se explora en múltiples formas versátiles: se utiliza en pantalones altos de estilo marinero y faldas lápiz de corte bajo; en vestidos rectos de líneas limpias, así como en diseños suavemente voluminosos y con recogidos.
En calzado, se presenta una nueva versión de la ballerina con lazo Vara en delicado grosgrain deshilachado, técnica que también se aplica en una nueva sandalia cruzada. Un detalle de cuero fruncido, conectado por un Gancini, se incorpora en mocasines, sandalias y mules, mientras que los pumps de satén con tacón escultórico en forma de “S” se adornan con joyería Art Decó. Los slingbacks de punta, un modelo clásico, se reinventan en cocodrilo estampado, verde oliva y marrón intenso; mientras que en moda masculina, los elegantes zapatos de cordones se presentan junto a mocasines deconstructivos y estilizados.
En accesorios, las siluetas icónicas se alargan: el Hug y el double Gancini flap bag adoptan ahora proporciones horizontales, mientras que sus versiones originales se celebran mediante nuevas animaciones. El Soft Hug se presenta en grosgrain, mientras que el bolso hobo de cuero tejido refleja la artesanía que sigue siendo el corazón de Ferragamo.

















